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José Antón Puntes: «Estaré en Pusol hasta que constituyan la fundación, que será algo inminente»

José Antón Puntes: «Estaré en Pusol hasta que constituyan la fundación, que será algo inminente»

El Proyecto Pusol está a la espera de que el Ayuntamiento de Elche constituya la fundación que le debe dar soporte. Después de tres años, la junta provisional, que preside José Antón Puntes, da por finalizado su trabajo, tras lograr más objetivos de los que se marcó en un principio. Su responsable destaca el potencial del proyecto que presume de ser el único Patrimonio de la Humanidad de la Unesco estrechamente ligado a la educación.

Han pasado tres años desde que se constituyó la junta provisional del Proyecto Pusol. ¿Por qué momento pasa el proyecto?

El proyecto de Pusol está en un momento extraordinariamente bueno para afrontar el futuro con garantías.

¿Qué ha pasado este tiempo?

Nosotros entramos cuando Fernando García Fontaner, que ha sido el promotor y espíritu de todo, nos pide ayuda, ya que había una situación económica muy grave, cuando prácticamente todos los trabajadores estaban en un ERE. Era el mes de octubre y en enero conseguimos salir de esa situación y trazamos un plan a un año y otro a tres años. Esperábamos que la junta provisional estuviera un año y medio para lograr la constitución de la fundación, que es una herramienta para que el proyecto tenga viabilidad. Hasta que llegue ese momento, la asociación, que sigue existiendo, es la que ampara al proyecto, que tiene un presupuesto anual de 180.000 euros anuales.

¿De dónde sale el dinero?

Por un lado está la aportación del Ayuntamiento, que es muy importante, y que es de 70.000 euros, y la ayuda de la Diputación de Alicante, de 15.000 euros. El resto hay que conseguirlo a base de la contribución de empresas.

¿Cuántas empresas se han sumado al proyecto?

Hemos conseguido el apoyo de más de 90 empresas que colaboran con aportaciones económicas y cediendo el material que necesitemos. Nos marcamos el objetivo de 30 empresas, y una vez que nos pusimos en contacto con ellas planteamos convenios a cinco años. Más del 90% accedieron.

¿Por qué es necesario contar con una fundación?

Cuando nos hicimos cargo, nos dimos cuenta de que para darle salida económica teníamos que cambiar la estructura jurídica que sustenta el proyecto. La estructura jurídica era la asociación pero había que convertirla en una fundación. Esta fue una idea que debatimos en la junta provisional, y al final se decidió que la asociación siga existiendo. Por eso, decimos ahora que el proyecto tiene cuatro patas, que son la escuela, con su metodología de trabajo, que ahora es exportable a muchos países de Europa, Asia y a Iberoamérica; el Ayuntamiento; la Asociación Centro de Cultura Tradicional;y la cuarta pata debe ser la fundación, Y ninguna es excluyente, todas son complementarias. En la fundación la asociación pondrá siete patronos, y el Ayuntamiento otros siete, y el decimoquinto será la directora del colegio.

Ustedes se marcaron un plazo de un año y al final llevan tres. ¿Esto les ha permitido hacer más cosas?

Lo cierto es que al estar más tiempo hemos ido arreglando más cosas de las previstas. En un principio nos marcamos diez objetivos, y el único que no se ha cumplido es el de la fundación, por un problema meramente administrativo.

¿Cuáles eran el resto de objetivos?

Los objetivos que hemos ido consiguiendo han sido salvaguardar el proyecto educativo y museístico, obtener el reconocimiento institucional como Patrimonio Cultural Inmaterial, realizar mejoras en el plan financiero y de estabilidad económica, mejorar las relaciones institucionales con la Diputación y la Generalitat y poner en marcha un plan de readmisión del personal. También han sido nuestros objetivos presentar proyectos de colaboración con universidades, ayuntamientos, asociaciones y fundaciones; mejorar los vínculos con la red de museos municipales y provinciales; y, finalmente, definir el valor del proyecto a nivel provincial y acercarlo a la ciudad para crear vínculos con el medio rural.

¿Qué es lo que lo ha impedido tener ya la fundación?

El problema administrativo está en el préstamo que el Ayuntamiento sacó para abonar a los funcionarios la nómina de diciembre que no cobraron en 2011 por la crisis. Debido a este préstamos la ley no permitía al Ayuntamiento invertir en la creación de una fundación, ya que primero había que amortizarlo, y se acabó de hacer en marzo de este año, poco antes de la campaña electoral, con todo lo que eso supone en la administración, por lo que la creación de la fundación se ha ido retrasando.

¿Y en estos momentos de qué depende la creación de la fundación?

Una vez está todo el trámite resuelto, porque hace poco se vio que faltaba un par de documentos que ya están, solo queda que lo apruebe el Ayuntamiento, y esperamos que sea con el apoyo unánime de todos los grupos.

¿Qué han hecho de más?

Había un proyecto que ya estaba en marcha, y que estaba dirigido por una profesora de la Universidad de Coimbra sobre las interinfluencias entre museo y sociedad. Se llama Somus y ya lo hemos publicado. Es un proyecto de Lorena Sancho, a la que también le hemos encargado un documento sobre el proyecto Pusol, que es algo que no teníamos. Es el proyecto PoEM.

¿Qué sensación le dejan estos tres años de trabajo en Pusol?

Veo que este proyecto tiene una potencialidad enorme. Si hay un interés, en Pusol hay fondos para hacer un museo de la industria, y de la industria del calzado, un museo de la mecanización agrícola, de carteles de cine,... de todo.

Dicen que su trabajo ya está hecho. ¿Hasta cuándo van a estar la junta provisional?

Nosotros estaremos hasta que se constituya la fundación, que pensamos que va a ser algo inminente, una vez pasen las navidades.

¿Qué papel le gustaría tener cuando se constituya la fundación?

Yo he sido la cabeza visible, pero hemos sido doce personas trabajando en la junta provisional, los profesores de la escuela y los vecinos que han participado. Nosotros estamos solo para una etapa, para solucionar problemas que ya están solucionados. Después seguiré colaborando pero no en la primera línea. Mi compromiso fue salvar el proyecto, y dar paso a otras personas.

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