Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Vecinos de Arenales urgen derribar las ruinas antes del verano y habilitar más parcelas para uso hotelero

Los residentes creen que el viejo edificio supone un peligro y, tras la sentencia del Supremo, ven necesario acabar con la mala imagen para la pedanía costera

El estado del hotel de Arenales, con las obras paralizadas desde hace cuatro años. Matías Segarra

Vecinos de Arenales del Sol tienen sensaciones encontradas de alivio y de tristeza tras conocer que el Supremo también apunta a que las obras para reconstruir el hotel vulneraron las licencias concedidas a los propietarios. Tras el fallo del Alto Tribunal que agota las posibilidades de los dueños para salvar las ruinas, residentes de esta pedanía costera urgen el derribo del esqueleto de primera línea y habilitar más parcelas de uso hotelero.

Fueron muchos los que a través de las redes sociales han reclamado la demolición del viejo edificio antes del próximo verano. Y en esa misma línea se pronunció la Asociación de Vecinos de Arenales. «Todo el mundo quiere que desaparezca ese edificio. Si ya está claro que no se puede reconstruir, que lo quiten cuanto antes», señaló el presidente del colectivo, Fernando Cano. El representante de la asociación vecinal también señaló la conveniencia de que el hotel se tire abajo antes de verano por lo mucho que afea a la pedanía y la mala impresión que se llevan los turistas. «Da tiempo, tienen seis meses por delante», aseguró.

Y no solo por la imagen que generan las ruinas en primera línea, sino también por el peligro que entraña un edificio cada vez más deteriorado y accesible al público tras la caída del vallado. Según el presidente del colectivo de vecinos, los fines de semana ya hay jóvenes que se adentran en el interior del inmueble para hacer gamberradas.

El pedáneo, Antonio Garzón, también incidió en la necesidad de demoler el hotel «cuanto antes», pero apuntó a la necesidad de seguir los plazos necesarios que marca la ley. «Está generando una mala imagen y es un peligro», advirtió, aunque negó tener conocimiento de que haya gente que se esté colando en las ruinas. «Si es así que llamen a la Policía Local, que se está encargando de vigilar la zona», aseguró el pedáneo. En su opinión, « lo maravilloso hubiera sido que los dueños cumplieran con las normas» para rehabilitar el edificio y devolver a la vida un hotel emblemático cerrado hace 40 años.

Sin embargo, al final el Tribunal Supremo ha dado la razón a Costas que paralizó las obras hace ya cuatro años al detectar que se estaban realizando derribos parciales y trabajos nuevos. Algo que no estaba autorizado, solo se podía rehabilitar. «La pena es que se aprovecharan y buscaran su beneficio saltándose la ley», lamentó Antonio Garzón.

Otra oportunidad

Ahora, tras el carpetazo del Supremo a las obras del hotel los vecinos ven frustrado su deseo de contar con un complejo en la pedanía que atrajera todavía más al turismo. Por ello, la asociación de vecinos y el pedáneo coinciden en que hay que habilitar plazas hoteleras para que en esta partida costera puedan desarrollarse nuevas oportunidades. «Un hotel aquí rendiría no solo en verano, sino todo el año por la cercanía al aeropuerto y a Elche y Alicante. Hay que fomentarlo», señaló Fernando Cano. Lo mismo reivindicó el pedáneo, quien defendió la necesidad de estudiar las parcelas hoteleras dentro de las posibilidades del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).

Precisamente, el anterior mandato, el equipo de gobierno se comprometió a generar suelo apto para la implantación de hoteles con la revisión del documento urbanístico. No obstante, hay otras parcelas, como el AR-1, próximo a la avenida Costa Blanca, donde hay una parcela que permite el uso hotelero.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats