Son cientos, más bien miles. Ilicitanos de nacimiento que, a pesar de estar lejos, sienten la ciudad como suya. Y no la olvidan. Sus sabores y sensaciones, sus familias y amistades, sentimientos y escenarios, sus recuerdos. «Gracias porque hoy recibo la máxima distinción que a este humilde ilicitano se le podía conceder en su tierra», afirmaba Jesús Melendro, resumiendo el sentir de los 43 ilicitanos ausentes que ayer fueron homenajeados en el salón de plenos del Ayuntamiento.

La Sociedad Venida de la Virgen de Elche lleva más de 20 años congregando a ilicitanos que viven fuera pero se sienten de dentro el día previo a los actos centrales de las fiestas de diciembre. «Hoy, 27 de diciembre, durante más de dos décadas, reconocemos a los ilicitanos que viven fuera y que en esta época del año vuelve a la ciudad. Vivimos un día de convivencia con ellos y entre ellos», introducía el acto el presidente de la Sociedad, José Manuel Sabuco, quien destacaba el nombramiento del Ilicitano Ausente Distinguido de 2019, Jesús Melendro Canales, arquitecto residente en Murcia. El homenajeado se mostraba muy emocionado. «Es un verdadero honor que ahora me permitirá ver por primera vez las fiestas de la Venida que mi madre y mis primos siempre han ensalzado», señalaba.

Junto a Melendro eran reconocidos otros 42 ilicitanos llegados desde muy cerca, como Elda, Chinchilla o Alicante, pero también desde muy lejos como China, Uganda, EE UU, Holanda o Italia. Entre sus profesiones, desde capitán del Ejército a misionero, pasando por profesores, abogados, ingenieros, psiquiatras o piloto de aviación.

Todos, juntos, compartían tras el acto una comida de convivencia en la que contar sus vivencias. Una jornada «muy especial para nuestra ciudad», remarcaba el alcalde, Carlos González, en un discurso cercano en el que destacó que los ilicitanos ausentes sienten el «orgullo de ser los mejores embajadores que puede tener Elche. Ellos son los que cuentan con emotividad cómo se encontró la Dama de Elche, el sabor único del arroz con costra o la belleza extraordinaria de la Nit de l'Albà. Los ilicitanos ausentes llevan con orgullo el nombre de una ciudad única e irrepetible, los que más la añoran y exaltan». Por ello, el alcalde decía que «les debemos infinita gratitud por pregonar las excelencias de nuestra singular ciudad, de nuestra cultura e idiosincrasia. Gracias por esa tarea callada».

Más distinciones

González también agradecía a la Sociedad su trabajo para reunir a tantos ilicitanos ausentes y poder así reconocerles su importante labor. En el acto también se reconoció como Ilicitana Adoptiva Distinguida a Concha Alhama, por traer a la Universidad Miguel Hernández los estudios de Protocolo, y como Ilicitana Distinguida a Rita María Coves, por su trabajo al frente de Elche Acoge.

El Día de los Ilicitanos Ausentes comenzaba con una misa en la basílica de Santa María y seguía con el pasacalles de los cabezudos de la colla de dolçaina y tamboril. Tras el acto y la comida de convivencia, los ilicitanos que viven fuera se preparaban ya para madrugar y asistir hoy a la representación del hallazgo de la Virgen en la playa del Tamarit, a la romería, a la carrera de Cantó y a la procesión.