No puede perder un segundo. Los preparativos se aceleran y mientras Francisco Sanmartín habla para INFORMACIÓN tiene que seguir asegurando una de las herraduras de la yegua con la que mañana realizará la tradicional carrera de Cantó, personaje que representa con honor y amor las fiestas patronales de invierno, por la Venida de la Virgen. A ella se encomienda. «No llevaré protecciones, la Marededéu es la que nos protege», explica emocionado.
Tras ocho años interpretando al popular guardacostas, Sanmartín repite algunas de las costumbres que siempre ha visto en la familia o que ha ido adquiriendo personalmente. Pequeños detalles secretos que hoy comparte con los ilicitanos para animarles a que «mañana vuelvan a llenar las calles de Elche para recibir la noticia de la Venida de la Virgen», apunta.
Una de las dos herraduras delanteras de su caballo se ha salido en uno de los entrenamientos. Mientras intenta repararla en sus establos desvela que «las dos herraduras delanteras suelo ponerlas de goma para que la yegua se sujete mejor al asfalto y en las curvas». La seguridad es «lo primero. No es necesario arriesgar. La verdad es que siento el peso de mucha responsabilidad y lo importante es que todo vaya bien», comenta.
Otro secretillo que puede compartir es que durante las semanas previas a la carrera Cantó, bueno mejor dicho, Francisco, pisa las calles del centro de Elche para aclimatar a Luz 14 al piso y a los ruidos de la ciudad. «Tanto en la carrera como en la romería y en la procesión utilizamos caballos acostumbrados a las ciudades y a las fiestas», apunta.
El día de la carrera utilizará a su yegua preferida, pero en la romería participará también un caballo, Noticiero, para que el trayecto sea más liviano para los animales. A su vez, para la procesión está preparando a Tenorio.
Aunque no es secreto, Sanmartín prepara a sus caballos «durante todo el año». Alimentación adecuada, ejercicio suave, moderado y más intenso en las últimas semanas. Pero no solo prepara físicamente al animal. «Yo practico con frecuencia ejercicio y, lógicamente, también lo intensifico antes de la carrera», admite Sanmartín: «Dos meses antes del gran día comenzamos un entrenamiento mucho más intenso y bajamos varias veces a Elche para ir aclimatándonos al asfalto».
En las manos delanteras dos herraduras de goma. Y nada en las traseras. «Hemos obtenido buenos resultados con esta combinación», señala. Además, el caballo «lleva protecciones en las espinillas delanteras porque al ir galopando rápido puede golpeárselas con las traseras».
La cercanía entre jinete y caballo añade posibilidades de éxito y, aunque no sea una prueba deportiva, es una carrera y todo el mundo comentará después los tiempos, por lo que sí, Cantó también se pone «bastante nervioso, la verdad». A pocas horas de una de las jornadas del año que la ciudad espera con más ganas, todo está listo. «Estamos preparados para correr, no caernos y llevar la noticia de la Venida de la Virgen a todos los ilicitanos», concluye Sanmartín, que este año quiere mostrar su agradecimiento a la familia que ha donado el arca y el manto de la Virgen y a todos los que colaboran esta tradicional fiesta ilicitana.
