La Corporación municipal ha asistido hoy al último pleno del año en el que se ha aprobado el presupuesto municipal de 2020 solo con el respaldo de PSOE y Compromís y los votos en contra de la oposición (PP, Ciudadanos y Vox).

En primer lugar, el ejecutivo local ha dado luz verde definitiva a la subida de impuestos del 1,5% para el próximo año y del 1,7% a la tasa del agua. Todo ello con el rechazo de la oposición que ha defendido que es viable una rebaja de la presión fiscal si las cuentas municipales están saneadas y ante la previsión de acabar el año con una deuda de 21 millones de euros, como el equipo de gobierno defiende.

La edil de Hacienda, Patricia Macià, ha justificado la subida de los tributos en la necesidad de obedecer la regla de gasto. "Si bajamos impuestos, bajamos ingresos y hay que reducir el gasto", ha señalado la concejal del área.

El PP, de la mano de su portavoz, Pablo Ruz, ha defendido que "lo fácil es bajar impuestos y que lo difícil es ajustarlos. Solo es cuestión de voluntad política". Ciudadanos ha cargado contra la subida porque "no va a servir para reactivar la economía y los comercios están cerrando". Vox ha lamentado el aumento de la tasa del agua, además del resto de impuestos, y ha rechazado "ayudar a las familias con el dinero de todos, en lugar de hacerlo con el ahorro del gasto".

Seguidamente, el pleno ha dado paso a un intenso debate sobre el presupuesto municipal de 2020, por valor de 244 millones de euros, con una inversión de 159 euros por vecino, que ha salido, como era previsible, aprobado solo con los votos del equipo de gobierno.

El PSOE ha dado a conocer hoy que el gasto de personal subirá un 6.81%, lo que supondrá cinco millones de euros más para las arcas municipales. Ese incremento ha sido cuestionado por el PP, que ha criticado que documento económico no justifica a qué va ir destinado 1,5 millones de ese gasto. Algo que después el edil de Personal, Ramón Abad, ha asegurado que corresponde a imprevistos y refuerzos de verano o a sustituciones por bajas de los funcionarios.

Asimismo, las cuentas contemplan un aumento del 25% de las subvenciones a los entes festeros, un incremento de 600.000 euros para el mantenimiento de colegios, una subida del 100% en dinamización cultural en barrios y pedanias, así como la subida de otras partidas económicas como Servicios Sociales, Cultura, Deportes, Educación y Empleo.

Con todo ello, la concejal de Hacienda ha dicho que el presupuesto es "beneficioso, que piensa en las personas y en la movilidad urbana". El alcalde, Carlos Gonzalez, ha defendido que Elche es uno de los primeros municipios de la Comunidad Valenciana en tener presupuesto.

Compromís ha asegurado, a través de su portavoz, Esther Díez, que el presupuesto "hará más feliz a los ilicitanos" y lo ha calificado de "progresista, que tiene en cuenta los derechos sociales, el bien colectivo y que hará un municipio más humano y más verde".

Sin embargo, pese a contar con mayoría absoluta, PSOE ni Compromís se han librado hoy de los ataques de la oposición por la subida de la presión fiscal ni de los reproches a las inversiones sin ejecutar y los proyectos pendientes.

Empezando por Vox. Su portavoz Amparo Cerdá ha dicho que el presupuesto "favorece el paro y el cierre de comercios". Ha criticado que el 80% vaya a parar a pagar sueldos, ha rechazado la subida salarial, los escasos fondos al Palmeral y las "ayudas ilimitadas" que se conceden. La formación también ha acusado al ejecutivo local de "ahogar a la clase media" y de hacer una "mala gestión y distribución" del dinero público.

Ciudadanos,por su parte, ha criticado que "estos sean los presupuestos de la subida de impuestos" y ha lamentado que desde 2016 el Ayuntamiento acumule sin ejecutar más de 23 millones que se prometieron para inversiones. Su portavoz, Eduardo García-Ontiveros, ha criticado que se presupueste la peatonalización de la Corredora sin un plan paralelo para el Mercado Central. Ha reivindicado, además, gestionar mejor los recursos en lugar de subir los impuestos.

Desde el PP, su representante Pablo Ruz, ha culpado al PSOE de la deuda municipal acumulada hace tres mandatos, partido al que le ha afeado que el dinero público vaya a parar a los bancos por proyectos que se dejan sin ejecutar. "Esto demuestra que el alcalde no es de fiar", ha lamentado y ha recordado que en enero aprobaron un plan de inversiones que siguen sin ver la luz.

Ruz ha recriminado también que la recaudación por el impuesto de obras y construcciones vaya a subir el año que viene un 115% y también ha cargado contra el equipo de gobierno por los 1,3 millones de euros previstos en multas y los 134.000 euros que estiman que recibirán por infracciones urbanísticas. "Estamos ante un gobierno sancionador ", ha señalado.

Ataques constantes

Durante el debate, el portavoz socialista, Héctor Díez, ha lamentado hoy la falta de propuestas de la oposición para evitar subir los impuestos y no recortar servicios públicos. Ha acusado a Pablo Ruz de "ser un hombre atrapado en la deuda municipal" y de pasar más tiempo en Madrid que en Elche por su condición de senador, algo a lo que después se ha referido Patrcia Macià diciendo que es senador porque "los ilicitanos han querido tenerlo fuera de Elche".

Los socialistas también han acusado a Ruz de mentir y viceversa. La edil de Hacienda ha recriminado al portavoz del PP que "mienta, que no tenga ni idea de cómo funciona un presupuesto municipal y que rechace medidas que él defendió en su programa electoral". A Vox le han dicho los socialistas que "matan moscas a cañonazos" y les han criticado por traer al pleno el discurso nacional.

Compromís ha afeado a los populares estar protagonizando un "discurso antisistema" por criticar que se sancionen a los que cometen infracciones.

Con estos mimbres, Pablo Ruz ha lamentado "los ataques por ser senador", ha insistido en que el presupuesto de 2020 es "irreal" por las inversiones que están supeditadas a la venta de terrenos (más de dos millones de euros de un total de 19) y por el retraso en ejecutar el presupuesto participativo de 2019, entre otros motivos.