El Ayuntamiento de Elche firmará este mes otra prórroga de la contrata de basuras con la empresa Urbaser porque el nuevo servicio no llegará a tiempo. Ésta será de nueve meses, el límite que le permite la ley de contratos públicos en vez de trimestrales por ese mismo máximo periodo para evitarse trámites burocráticos. El equipo de gobierno ha decidido, de este modo, curarse en salud, hasta que adjudique el nuevo contrato, que se encuentra en plena licitación y que por su volumen (327,4 millones para la próxima década) y obstáculos burocráticos no estará listo para el 31 de diciembre, cuando vence el actual.
El ejecutivo local aprobará la prórroga en junta de gobierno dentro de unos días con el argumento de que se trata de un «servicio esencial en el municipio que no permite su interrupción», tal y como señaló ayer a este diario el edil de Limpieza, Héctor Díez, quien reiteró que la estimación del Ayuntamiento es poder realizar la adjudicación del nuevo a mediados de 2020 y no agotar ese plazo. El Consistorio ha visto más oportuno fijar el periodo máximo que establece la ley en vez de firmar prórrogas trimestrales para guardarse las espaldas por si la tramitación acaba complicándose. Algo que ya conoce de cerca, tras paralizar la licitación un mes el Tribunal Central de Rercursos Contractuales por un recurso de los ecologistas, que al final fue desestimado.
Sin embargo, una vez reanudado el proceso en octubre, y ya con la evaluación de las ofertas en marcha, la contrata más importante y más cara de Elche tiene otro frente que sortear. El contencioso administrativo contra el servicio anunciado la pasada semana por Margalló-Ecologistes en Acció, que alegó supuestas infracciones tanto de la Ley de Contratos del Sector Público como de normativas ambientales. Esta denuncia, en caso de prosperar en el juzgado, podría retrasar todavía más la adjudicación del servicio.
Sobre esto, el alcalde, Carlos González, ya lamentó la pasada semana que el recurso «supone un perjuicio grave para un servicio esencial de nuestra ciudad» y señaló que defenderán en los tribunales «una decisión que consideramos que es oportuna, legal y absolutamente necesaria para la mejora de la limpieza».
Mientras tanto, el Ayuntamiento no ha recibido notificación al respecto y la licitación continúa hasta que el juez se pronuncie y decida si admite a trámite la denuncia y si hay o no alguna suspensión cautelar.
Desde 2016
De cualquier manera, Urbaser continuará prestando en 2020 el servicio de limpieza y recogida de basuras como lo viene haciendo en Elche desde 2000, tras realizar el Ayuntamiento varias prórrogas en todo este tiempo. La última y más polémica fue a finales de 2011, con el PP al frente del ejecutivo local, que decidió aplazarla tres años, hasta el 31 de diciembre de este año, cuando tenía que haber vencido en 2016.
Aquel aplazamiento fue muy criticado por el resto de partidos en su día y a su llegada al gobierno local en el anterior mandato, tanto PSOE como Compromís se pusieron manos a la obra para configurar la contrata que ahora se está licitando y que no admite en este caso la posibilidad de prórrogas, transcurridos los diez años del servicio (lleva 20). El pliego de condiciones, aprobado en la última junta de gobierno local antes de las municipales, contempló una subida del 26% del coste del contrato, en comparación con los 22,5 millones anuales que se pagan ahora.
La justificación que dio el ejecutivo local sobre ese incremento es que la ciudad «ha ganado en los últimos veinte años 40.000 habitantes, así como 8 millones de metros cuadrados de casco urbano». Una de las bondades del futuro servicio será la renovación de toda la maquinaria, la recuperación del barrido diario, la incorporación del quinto contenedor para residuos orgánicos, la ampliación de puntos limpios, de brigadas rurales, el control por GPS de los vehículos y de los contenedores para saber cuándo están llenos, entre otras mejoras.
