La pedanía ilicitana de El Altet lleva desde hace dos siglos, y hasta cierto punto, con inquietudes sobre su dependencia de Elche. De forma discontinua en el tiempo ha expresado en varios momentos su deseo, primero, de dejar de pertenecer a Elche para integrarse en el municipio de Alicante; y, últimamente, ir más allá en su deseo secesionista y convertirse no en entidad local menor, sino en una localidad independiente de pleno derecho.
Pero ¿Es el sentir mayoritario de los vecinos de El Altet segregarse de Elche? ¿Hay posibilidades reales de conseguir la independencia? ¿Qué argumentos a favor y en contra de dar este paso existen? Todos los grupos municipales representados en el Ayuntamiento de Elche están al menos de acuerdo en algo: no a la segregación de El Altet.
Para la concejala de Vox Amparo Cerdá habría más perjuicios que beneficios para todos: para El Altet, para el resto de pedanías y para el conjunto del municipio de Elche. «Somos conscientes de que es una pedanía que no recibe la atención, las inversiones que se les han prometido. El hastío, el cansancio de reclamar siempre lo mismo ha llevado a este movimiento», señala.
A su juicio, la solución a este problema, para frenar esa sensación de desarraigo, de estar apartados, pasa por más inversión y más atención. Mientras tanto aseguran que estarán en contra de cualquier acción que persiga este fin.
Desde Ciudadanos, Eduardo García-Ontiveros insiste en que El Altet «es Elche. El problema es que hasta ahora no se consideran Elche por la concepción que siempre se ha tenido de la idea del municipio. Equipo de gobierno tras equipo de gobierno siempre hablando de Elche y sus pedanías, cuando la idea debe ser un área metropolitana donde las inversiones se plantean globalmente»
Para el líder de Cs, hay que hacer crecer el municipio «y Elche somos todos, vivamos en la ciudad o en el campo», para subrayar ese sentimiento de olvido que hay en las pedanías. «Quieren recoger firmas para la segregación y esto viene a corroborar que siguen sintiéndose de segunda y que el plan de pedanías anunciado por el actual equipo de gobierno no ha calado y creen que son las mismas promesas que después no se cumplen», apunta García Ontiveros.
En las últimas elecciones municipales de mayo, la coalición en la que concurrían los nuevos partidos Elige Torrellano y El Altet Decide, la cual se rompió a pocas horas del día de las votaciones, obtuvo 1.102 votos. El Altet Decide estaba encabezada por Ángel Jesús Soler, quien está al frente de este movimiento vecinal independentista.
La distancia tanto física como emocional, el que no se haya invertido en infraestructuras ni mantenimiento y no exista un proyecto desde Elche hacia El Altet son, en palabras de Ángel Jesús Soler, algunas de las razones que justifican el haber comenzado a dar este paso en verano de 2017, pero que tiene antecedentes.
Hasta el momento ha habido cinco intentos para desgajar El Altet del municipio ilicitano: 1881, 1889, 1936, 1937 y 1992. En los cuatro primeros el objetivo era anexionarse a Alicante. En el de 1992, vecinos de El Altet fundaban el PIVA (Partido Independiente de Vecinos de El Altet) mediante el cual solicitaron constituirse como entidad local menor, un ente territorial superior a una pedanía. La cuestión se resolvió judicialmente en 2002, cuando el Tribunal Supremo desestimó la petición.
Sentimiento
La iniciativa de ahora, que prepara una demanda que espera presentar en los juzgados en año o año y medio, y con al menos unas 3.000 firmas certificadas bajo notario, no busca ni lo uno ni lo otro. Aspira a ir un paso más allá y persigue constituirse como municipio propio, sin necesidad de que el pleno de Elche tenga que dar su visto bueno, algo que es necesario para convertirse en entidad local menor.
«Recogemos un sentimiento de muchos años. En El Altet no tenemos suelo dotacional, no quedan parcelas. En una plaza tenemos que hacer todos los actos. Los parques, las instalaciones deportivas se nos han quedado pequeñas. No hemos crecido ni un metro cuadrado más», explica Soler, al frente de la Asociación Vecinal El Altet-Arenales por un Nuevo Municipio.
Y es que este movimiento también ha conseguido convencer a residentes en la pedanía vecina de Arenales del Sol. No en vano, la asociación de vecinos de este enclave turístico se siente muy olvidada y carente de inversiones por parte de los sucesivos ayuntamientos, de ahí que no vean descabellado unirse a El Altet para ser independientes.
«Tenemos Policía Local compartida, la Oficina Municipal de Atención al Ciudadano cuenta con un horario restringido y en 2010 ya necesitábamos un colegio, por lo que imagínate cómo estamos ahora», asevera Soler, quien considera que no se está permitiendo crecer «a un pueblo que tiene mucha vida, que estamos aumentando en número de personas censadas, pero que está muy encorsetado».
Parte proporcional
Para el PP hay tres ideas claras fundamentales. La primera es que El Altet no puede ni va a independizarse, «pero no hay que actuar como si aquí no pasara nada», explica el máximo responsable del partido y senador Pablo Ruz, quien considera que lo que hay que hacer es darles motivos a los ciudadanos para que se sientan parte del todo.
En segundo lugar, utilizando la Ley de Grandes Ciudades y los distritos «tal vez una parte proporcional de lo que se recauda en la pedanías se podrían destinar a éstas a través de las juntas de distrito», según el popular.
Y en tercer lugar, Ruz, en el plano político, recuerda que el equipo de gobierno «lleva cinco años prometiendo inversiones que no se han llevado a cabo».
Desde el grupo municipal de Compromís, socio de gobierno con el PSOE, se es consciente de que en esta pedanía se han tenido necesidades que no se han cubierto desde hace década. «Entendemos que tienen reivindicaciones desde hace muchos años, estamos poniendo medidas para solucionarlas, pero todo no se puede resolver de la noche a la mañana», expresa la edil Esther Díez.
Con esa desafección presente, desde Compromís se resalta que El Altet «es una parte fundamental de Elche, es un elemento enriquecedor, con un patrimonio natural de gran valor», para añadir: «Somos un municipio muy plural y en Compromís hablamos siempre de municipio más que de ciudad».
Esther Díaz apunta también que esa distancia geográfica podría traducirse en que ha habido desidia, pero lo rechaza, al tiempo que reivindica que ha habido inversiones en ésta y otras pedanías.
En julio de 2017, al poco de darse a conocer que se reactivaba la aspiración de emancipación, el equipo de gobierno se trasladaba a El Altet para anunciar 150.000 euros en inversiones. En enero de este año, el equipo de gobierno anterior conseguía también sacar adelante en un pleno un plan extraordinario de inversiones con 400.000 euros para la construcción de un centro sociocultural en El Altet y una cantidad similar para lo mismo en Arenales. El pasado mes de noviembre anunciaba 30 millones en inversiones en las pedanías a lo largo de cuatro años.
El portavoz del grupo municipal socialista, Héctor Díez, no ignora que hay muchas cosas que mejorar en el día a día, pero que El Altet es una parte imprescindible de un municipio amplio, tanto por extensión como por diversidad de las personas que viven aquí, y está convencido de que los ilicitanos que apuestan «por la convivencia, por la tolerancia y por la integridad del municipio no entendemos Elche sin El Altet». A su juicio, «romper la convivencia está más que demostrado que va en detrimento de la calidad de vida de todos, y por supuesto de los ilicitanos que viven en El Altet también».
El Altet es la segunda pedanía de Elche en número de habitantes. La vía judicial es, hoy por hoy, el camino, eso sí largo, que aún no se ha emprendido, pero parece finalmente que se quiere iniciar tras acordarse recientemente preparar la demanda correspondiente. El Ayuntamiento ya ha dicho que se mostrará firme para defender la integridad del municipio.
