La posibilidad de que Elche cuente con un segundo centro comercial, tras hacerse público el proyecto que está promoviendo el empresario ilicitano Manuel Román, que ha iniciado la tramitación para dotar a la ciudad de un complejo abierto en la zona de expansión de Altabix, junto a Mesalina, que, además de tiendas, comercios y cines, contará con espacios para celebrar eventos, áreas de coworking, y un hotel de once plantas, ha generado todo tipo de reacciones en el tejido económico ilicitano. Opiniones a favor y en contra de los colectivos de comerciantes y patronales, ya que mientras unos ven en este tipo de inversiones (el promotor prevé cerca de 200 millones) un peligro para la supervivencia del pequeño comercio, otros aplauden la apuesta y consideran que se trata de una oferta complementaria a la tradicional, que puede servir de polo de atracción y nuevas oportunidades para Elche.
En el ámbito público, el alcalde de Elche, Carlos González, dijo al poco de darse a conocer el proyecto que lo ve con buenos ojos siempre y cuando se ajuste a la normativa, mientras que el Consell todavía no se ha pronunciado al respecto, ni aclarado qué requisitos va a pedir, teniendo en cuenta la posición contraria que ha manifestado durante los últimos años a la puesta en marcha de macro centros comerciales en la Comunidad Valenciana.
En el centro de Elche, donde la supervivencia del comercio tradicional cada vez resulta más complicada, no tienen claro que esta inversión vaya a ser positiva para el sector. El presidente de la Asociación de Comerciantes del Centro de Elche (ACCE), Jaime Javaloyes, dijo que «nos sorprende esta iniciativa, en un momento en el que la tendencia actual es la de reducir los centros comerciales y que las firmas regresen al centro de las ciudades». Es más, Jaime Javaloyes consideró que «si se asienta otro centro comercial en Elche, se va a maltratar aún más al comercio tradicional, por eso, tenemos que favorecer que las grandes empresas se acerquen más al centro de la ciudad».
Sin embargo, desde la Asociación de Comercios y Servicios de Elche (ACYSE), Raquel Sempere dijo que «nuestro enemigo no son las grandes superficies, sino la venta online, por lo que no vemos mal esta iniciativa». Sempere apuntó, no obstante, que «lo que pasa es que este complejo tendrá mejores servicios que los que podemos ofrecer en el centro, donde tenemos un déficit de aparcamientos».
En otros barrios, como el de Carrús, más próximo al centro comercial l'Aljub, aseguraron ayer que este nuevo proyecto «va a ser otro problema más». Así lo decía el presidente de la Asociación de Comerciantes de la Avenida de Novelda, Antonio Bernabeu, que apuntó que «solo hay que ver cómo está el comercio tradicional, para no ver lo que pasará si hay otro centro comercial». Antonio Bernabeu añadió que «cuando se apaguen las luces de los escaparates y las calles se queden muertas se darán cuenta de lo que nos está pasando».
En los barrios más próximos a la zona en la que se quiere desarrollar este nuevo enclave comercial las opiniones también son dispares. Desde la recientemente creada Asociación de Comerciantes de Altabix, Juan Romero, consideró que «este tipo de inversiones son buenas para la ciudad, y no tienen que verse como una amenaza para el comercio de proximidad». En este sentido, Juan Romero indicó que «nosotros no estamos en la lucha contra las grandes superficies, y lo que tenemos que hacer es preocuparnos por ofrecer el mejor servicio de proximidad a nuestros clientes, que es algo que no van a poder encontrar en los centros comerciales».
Por su parte, desde la Asociación de Comercios Nuevo Altabix Acuna sí que temen la puesta en marcha de este proyecto. Su presidenta, Marina Calderón, dijo que «aunque esta iniciativa es una nueva oportunidad para Elche, puede hundir más al pequeño comercio, ya que, si se lleva a cabo, habrán vecinos del barrio que dejen de comprar en las tiendas de proximidad para ir al centro comercial, que tendrán más a la mano que l'Aljub».
Positivos
La Asociación de Empresas de Servicios de Elche y Comarca (Aesec) es de las que considera que este tipo de inversiones pueden ser muy beneficiosas para el desarrollo de la ciudad, aunque ello signifique que el comercio tradicional debe tomar nota y adaptarse a los cambios. El presidente de Aesec, José Rizo, dijo que «nos tenemos que adaptar a los centros comerciales, y este proyecto puede ser la puntilla para que, de una vez por todas, el comercio tradicional se renueve, ya que no tenemos que ver estas inversiones como una amenaza, sino como una oportunidad para que los vecinos que ahora se marchan a otras ciudades de compras se queden en Elche».
Para el Círculo Empresarial de Elche y Comarca (Cedelco) el nuevo centro comercial es «un proyecto interesante». Así lo dijo ayer la directora del lobby ilicitano, Beatriz Serrano, que añadió que «se trata de un proyecto que en un principio presenta una oferta diferente a lo que existe en la actualidad. Por eso pensamos que puede ayudar a diversificar la oferta y, a la vez, ser un polo de atracción que puede beneficiar a la ciudad, ya que se quiere ubicar en una de las pocas zonas de expansión que se están desarrollando en Elche».
Finalmente, la Asociación de Empresas Turísticas de Elche (Aete) consideró que «todas las iniciativas empresariales que generen inversión en la ciudad son interesantes». Además, su presidenta, Esther Guilabert, dijo que «lo más relevante es que, cuando se defina el proyecto con más detalle, aporte una oferta complementaria a la existente, que aporte valor a la que ya tiene Elche». De esta forma, indicaron desde la entidad turística, «se potenciará la capacidad para atraer nuevos visitantes y consumidores».
