España necesita reformar el sistema educativo para formar buenos líderes para el futuro. Esta es una de las conclusiones que expuso ayer el presidente de la Fundación Sentido Común, Antonio Sola, en Elche, donde impartió varias charlas a 300 alumnos del colegio Jesuitinas sobre el tema «Descubriendo nuestro nuevo cerebro», y que sirvieron, además, para que los jóvenes expresaran su visión de los líderes actuales, que, como dijeron en más de una ocasión, «no convencen».
P ¿Cómo va a repercutir en la sociedad el descubrimiento del llamado «cuarto cerebro»?
R Hasta ahora conocíamos tres niveles cerebrales: neo córtex, límbico y reptiliano. Estos tres carecen de respuesta a muchos problemas que nos pasan. Sin embargo, recientemente se ha descubierto un cuarto nivel cerebral que los niños de entre 0 y 15 años tienen activado en los lóbulos frontales. Es un cerebro supraconsciente y holístico, con un potencial de entendimiento mayor, que permite detectar cuál es la causa que mueve el mundo y la vida de las personas. Permite a las nuevas generaciones afrontar los problemas desde un ángulo totalmente distinto. En este sentido, una vez que estos niños crezcan, esta nueva forma de entender el mundo quedará instalada provocando numerosos cambios. Es un momento único en la historia, una coyuntura a la que todos podemos contribuir y una manera de hacerlo es formando a los más jóvenes para que, cuando crezcan, entiendan y ejerzan el liderazgo con responsabilidad, pasión y compromiso.
P Propone esto en un momento en el que los jóvenes ponen en duda a los líderes actuales.
R Yo trabajo en el mundo de la política y, cuando les pregunto, ninguna respuesta es positiva. Podrían decir que los políticos les ayudan o que están ahí porque quieren hacer una ciudad mejor o una Comunidad Valenciana mejor, pero, en realidad, contestan que los políticos son corruptos, que solo quieren el poder, que están lejos de la gente. Y a mí, que me dedico al mundo de la política, me da mucha pena que nuestros muchachos piensen eso. Algo debemos estar haciendo mal en nuestra sociedad para que estén pensando de la política, y de los políticos, así.
P ¿Y qué considera que hay que hacer para revertir esta situación?
R Hay que empezar a atajar esta situación y cambiarla. Debemos empezar a construir algo distinto y yo creo que entre todos lo podemos hacer.
P ¿Qué propone para cambiar para mejorar?
R La clave está en el sistema educativo. Yo soy de los que considera que el sistema educativo hay que cambiarlo. En Elche me lo ha dicho una niña, que dice que cuando viene al colegio siente que tiene un corsé y que cuando sale busca desarrollar su creatividad. Eso le pasa a todos los alumnos, que están en búsqueda de un espacio, no solo para formarse, sino para afrontar una nueva realidad, ya que ellos tienen capacidad para formarnos. Por eso, en primer lugar, hay que modernizar el sistema educativo. En la actualidad se están llevando a cabo experimentos en países como Estonia o Estados Unidos, que están cambiando el modelo educativo. Y, por otro lado, hay que construir los liderazgos a través de los jóvenes que van a serlo dentro de diez o quince años, con una nueva educación, para que puedan acabar liderando nuestras sociedades ocupando su espacio. Y mientras eso llega tenemos que ver qué hacemos con lo que tenemos.
P ¿Qué diría que ha pasado para que los jóvenes sean tan claros y rechacen a los líderes políticos?
R La ausencia de liderazgo o la mediocridad del liderazgo, en el caso de la política, es tan grande hoy en España que se ha generado un vacío profundo. Ya no nos quedan las grandes figuras que protagonizaron la transición a la democracia. Y, en realidad, los nuevos, Pablo Casado, Pedro Sánchez... la nueva generación de políticos que ha tomado el poder, está peor que nunca, porque creen que es con el poder, y a base del poder, con lo que se hacen las cosas, y no a base de liderazgo, de negociación, de consenso y de construcción.
P ¿Cómo se ve desde Ecuador la situación política de España?
R Yo resido en Ecuador y viajo a muchos países. Y la verdad es que da mucha pena cuando estas por cualquier país y te dicen: «¡Pero cómo está España!». Y sí, da mucha pena ver cómo está. Yo veo a la política mal, y a los políticos mal, porque hemos perdido la capacidad de escucharnos, de buscar consensos y de, aunque pensemos distinto, ponernos de acuerdo para no rompernos. Por eso en Sentido Común tratamos de unir las grietas, para que no nos separen, sino que nos unan, ya que tenemos muchas cosas que nos unen.
P ¿Qué opinión le merece el resurgir de nuevos partidos extremistas?
R Los extremos considero que siempre son malos y no creo en ellos. Tampoco creo en las ideologías, que creo que han sido el pan para hoy y el hambre para mañana. Creo que estamos viviendo la muerte de las ideologías y que se siguen utilizando como se utilizaban en el siglo XX. Los partidos políticos están perdiendo la capacidad de representarnos. La tecnología está revolucionando la política. El acceso a las tecnologías y hacer una democracia más horizontal, con límites, nos va a ayudar a que la política sea distinta. Los partidos políticos se van a tener que reformar, y van a llegar nuevos líderes totalmente distintos a los que tenemos hoy.
