Las tradicionales casetas de la plaza de las Flores pasaron ayer a la historia. Las instalaciones llevan sin actividad desde hace al menos cinco años, al comenzar las excavaciones del Mercado Central que han puesto patas arriba este enclave del centro de la ciudad.
Desde entonces, negocios de esta plaza llevan reclamando al Ayuntamiento la retirada de las casetas, que se estaban utilizando de almacén. Comerciantes y hosteleros han lamentado todo este tiempo que el estado de estas dos construcciones, que antes se dedicaban a la venta de flores, afeaban todavía más una plaza ya castigada por el bloqueo del edificio de abastos.
Desde el equipo de gobierno confirmaron ayer que la orden para desmontar las casetas viene como respuesta a la petición de los comerciantes y hosteleros, que ya solicitaron al alcalde, Carlos González, diferentes medidas para salvar la plaza.
Una de ellas fue la instalación de lonas para tapar el vallado del Mercado Central, que se colocaron en agosto. La otra fue la mejora de la iluminación en la céntrica plaza.
Mientras tanto, la situación del edificio de abastos sigue en punto muerto. El ejecutivo local dio luz verde hace unas semanas a iniciar los trámites para rescindir de manera unilateral el contrato con la concesionaria y pidió a la Conselleria detener las excavaciones en el centro. Asimismo, el alcalde anunció más reuniones con los vendedores del Mercado para tratar de convencerles de un proyecto alternativo, sin que hasta ahora se haya producido ningún contacto.
