La semana pasada se celebró el Debate del Estado del Municipio. Ha sido el primero de la actual legislatura. Es importante remarcarlo porque después de ver las reivindicaciones, expuestas por diferentes colectivos sociales y las respuestas del equipo de gobierno y oposición, podría parecer el de cualquiera de estos últimos años.

El listado de promesas anunciadas por una parte y, de otra, la de cuestiones pendientes, crece cada año. Se anuncian actuaciones con relativa facilidad. Como si se tratara de cubrir todo el espectro de posibles reivindicaciones y se promete su ejecución en caso de gobernar o seguir gobernando. El problema está cuando, por diferentes motivos, no se es capaz de resolver las promesas a la velocidad que se han hecho. Y surgen las decepciones, a las que se acompaña de nuevas promesas de que ahora sí se harán realidad. Se dirá que es una cuestión de fe. Que es cuestión de esperar, de seguir esperando?

Y, claro, es lógico que las personas y colectivos interesados en las promesas recibidas reclamen que se concreten de una vez. Es legítimo. Menos lo es cuando el que se queja pudo resolver alguno de los problemas cuando gobernó. Ahí es comprensible la reacción del alcalde Carlos González al responder al PP. Algunos de los problemas sin resolver vienen de aquella época, caso del Mercado Central, aunque otros muchos son de producción propia.

La relación, en todo caso, es larga. Aunque llama la atención el tema de la Corredora. De forma contundente, los dos grupos que conforman el equipo de gobierno (PSOE y Compromís) han anunciado que, en 2020, se peatonalizará. Sería una magnífica noticia. Que el centro histórico de Elx esté hipotecado por un vial, de corto recorrido, en el que se no se puede aparcar y que sirve, únicamente, para un tráfico de paso que, mayoritariamente, no va al centro, cuando hay viales alternativos que permiten un tráfico, en mejores condiciones, para comunicar los diferentes barrios de la ciudad, es uno de los grandes temas pendientes en Elx desde hace años.

Aunque cualquier actuación en materia de tráfico no puede limitarse a plantear sólo viales alternativos. Ello es básico, pero no es suficiente. Debe ir acompañado de medidas de lo que se llama «pacificación del tráfico». Hay que concienciar en reducir todo lo posible la utilización del vehículo privado, máxime cuando en la mayoría de los casos sólo transporta una persona. La mejora de la flota de autobuses urbanos, ya iniciada, puede ser un buen instrumento. También la creación de aparcamientos disuasorios en la cercanía del centro, pero no dentro de éste, como la propia realidad nos muestra. La recuperación del espacio que ocupaba el coche, para uso peatonal con circuitos agradables para el paseo y la convivencia vecinal y comercial, introducirá una mejora en la zona centro de la que ésta se encuentra necesitada. Y que conste que algunas de estas medidas también son necesarias en muchos de los barrios de la ciudad.

Por ello la peatonalización de la Corredora es fundamental. Es de esperar que la nueva promesa se haga, de una vez, realidad. Ya se nos prometía en 2015. Y, ahora, se nos dice que así figurará en los Presupuestos de 2020 y que, en agosto, se iniciarían las obras. Lo de figurar en los Presupuestos no garantiza nada. Sin ir más lejos ya ha figurado en los de 2017, 2018 y 2019. Ya tiene trienios de antigüedad con este equipo de gobierno y avanza hacia los quinquenios. Es cuestión de voluntad política. De ser capaz de tomar determinadas decisiones valientes y necesarias que, de seguro, serán positivas para esta ciudad. Y, además, es el momento. Dejar que la legislatura avance sin hacerla la hará más problemática, como está demostrado.

La gran mayoría de ciudades como Elx tienen sus centros peatonalizados. Y han supuesto mejoras espectaculares en la convivencia ciudadana y de servicios para todos. Sería un paso fundamental para conseguir una ciudad más agradable y ambientalmente más respetuosa y, en este camino, no está de más recordar una propuesta de hace años y que ahora parece olvidada: ¿Porqué Elx no puede aspirar a tener un tranvía que comunique los diferentes barrios de la ciudad y entre ésta y el Parque Industrial, por ejemplo? Se evitarían multitud de vehículos circulando y se daría un servicio útil y sostenible a la población. Ahora que la Generalitat dice ser más sensible a estas cuestiones, habría que recordarle que también Elx necesita ese servicio, como tienen otras ciudades. Pero hay que pedirlo. Y tenerlo para 2030 sería un puntazo.