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40 AÑOS CERRADO

Una multinacional del mármol se interesa por la adquisición del «esqueleto» del hotel de Arenales

Los dueños cifran en millón y medio de euros las obras ahora paralizadas y plantean pedir a Costas el rescate de la concesión si el Supremo no les da la razón

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El estado del hotel de Arenales

Los propietarios del hotel de Arenales confirmaron ayer a INFORMACIÓN estar negociando con una multinacional del mármol la venta del inmueble, convertido en un «esqueleto» en estos momentos cuyo deterioro va avanzando desde que se paralizaron las obras de rehabilitación. Los dueños, al mismo tiempo, se plantean, para el caso de que no fructifiquen las conversaciones, tirar la toalla y aparcar su proyecto para devolver a la vida las ruinas de primera línea de playa. Las instalaciones, como se observa en las imágenes, están cada vez más degradadas y ahora son accesibles tras caerse parte del vallado.

«Como empresa nos dedicamos a crear, hubiera sido nuestro deseo explotarlo, pero estamos embarrancados. Mucho tienen que cambiar las cosas para que cambiemos de opinión y decidamos seguir adelante», admitió el responsable de Princesol, Jaime Martínez, quien aseguró que la firma que ha puesto el ojo en el hotel todavía ve opciones legales para salvar la construcción.

No obstante, pese a la opción que ahora mismo tiene la mercantil sobre la mesa, sigue todavía abierto el proceso judicial, tras acudir este año los dueños al Tribunal Supremo para tratar de defender su proyecto. Recurrieron la sentencia de la Audiencia Nacional que validó que las obras para reformar el hotel en el año 2015 fueron ilegales, al considerar que se saltaron la ley al detectar que la empresa trató de levantar un edificio nuevo, cuando no estaba autorizado para ello, tras haber derribado casi por completo el inmueble. Mientras tanto, la propiedad sigue a la espera de que se resuelva el recurso para poder dar un paso adelante en la venta del complejo.

La otra salida en la que ya está trabajando Princesol es en la elaboración de un estudio económico para volver a exigir a Costas un rescate de la concesión, en caso de que el Alto Tribunal no les dé la razón y dinamite cualquier posibilidad de reconstruir el hotel.

De momento, la empresa cifra en un millón y medio el desembolso en la obra que iniciaron hace cuatro años con el objetivo de reabrir el hotel. A ello hay que sumar, dicen, el gasto acumulado en las costas judiciales en todo este tiempo. Con estos mimbres, los dueños reconocieron el «desgaste» que les está suponiendo la defensa de su proyecto en los tribunales. «Tuvimos la ilusión en haber hecho algo bonito y eficiente. De saber esto no nos hubiéramos decidido a recuperar el hotel», señaló Martínez.

Mientras tanto, el estado de degradación al que ha llegado el esqueleto de Arenales avergüenza hasta los propios dueños. «La imagen de esta playa nos molesta. Es dantesca, pero no podemos hacer nada», afirmó el responsable.

A la deriva

Y así, con todo bloqueado en los tribunales, el aspecto del hotel empeora con el paso del tiempo, generando todo tipo de riesgos. El complejo ha quedado literalmente abierto, tras caerse en las últimas semanas parte del vallado.

De este modo, es posible entrar, sin impedimento alguno al recinto, con el consiguiente peligro. Basura, charcos, hasta grietas en el hormigón y hundimientos en el suelo es lo que se puede ver en esta zona, sacudida por los últimos temporales. Los dueños aseguraron que están haciéndose cargo del inmueble y del mantenimiento del vallado periódicamente. De momento, no tienen en mente tirar abajo el bloque, como pidieron hace dos años al Ayuntamiento, amparándose en la seguridad. Todo sigue en manos de lo que digan los juzgados.

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