La Sección Séptima de la Audiencia, con sede en Elche, acogió ayer el juicio oral contra un acusado de abusar sexualmente de su hijastra durante cuatro años y de una amiga de ésta, también menor de edad. La Fiscalía solicita para el procesado una pena de 12 años de prisión por un delito continuado, ya que los hechos que se describen en el escrito de calificación provisional habrían tenido lugar desde los 12 años hasta que la chica acabó contando la situación que vivía, a los 16, cuatro años más tarde. La denuncia se interpuso en 2016 y ayer se celebró la primera sesión del juicio, tras tres años de espera, a puerta cerrada para preservar la identidad de la víctima, que ahora tiene 19 años.
Los hechos tuvieron lugar en la vivienda en la que residían el agresor y la víctima, en Elche. El hombre, aprovechando la relación de confianza entre ambos, ya que era el padrastro de la chica, la sometió a continuos tocamientos y a mantener relaciones sexuales completas durante esos cuatro años, según el escrito de acusación de la Fiscalía, chantajeando a la joven y coaccionándola para que no revelara a nadie lo ocurrido.
El Ministerio Público también le imputa otro delito de abuso cometido a la amiga de su hijastra, cuando ésta iba a su casa a visitarla. El caso terminó destapándose cuando la muchacha confesó a su círculo de amigas lo ocurrido y la madre de la menor acabó interponiendo la pertinente denuncia.
El acusado ha estado en libertad a la espera de juicio, pese a la elevada pena que le pide el Ministerio Fiscal. El juicio continuará a lo largo de la semana, momento en el que declararán los testigos del caso y peritos judiciales, que presentarán los informes médicos y psicológicos de la menor, que arrastra secuelas por lo vivido durante estos años, según señalaron fuentes judiciales a este diario.
Temor
El acusado aprovechaba los momentos en los que se quedaba a solas con la chica para abusar de ella, y la joven, por temor al rechazo de su familia, accedía a mantener relaciones sexuales con él.
Desde la Fiscalía señalaron que utilizaba las maniobras de coacción habituales en este tipo de casos para doblegar la voluntad de la menor para que su madre no sospechara de lo ocurrido durante todos estos años.
