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Un mirador convertido en vertedero

Los vecinos de La Marina denuncian el abandono que presenta la Sierra del Molar y exigen mayor vigilancia al Ayuntamiento

Los escombros, los enseres y la maleza se acumulan en la Sierra del Molar para desesperación de los vecinos de La Marina. matías segarra

De manera improvisada y al aire libre, en la Sierra del Molar se ha formado un vertedero que trae de cabeza a los vecinos de La Marina, unos residentes en la pedanía ilicitana que están cansados de esta situación y exigen al Ayuntamiento que aumente las medidas de vigilancia para evitar que se sigan depositando en esta zona escombros y enseres de todo tipo. Los afectados reclaman una intervención urgente en este enclave natural y los más veteranos en el lugar lamentan el estado actual que presenta, cuando antaño era una zona a la que se podía acudir para que los niños jugaran y merendaran.

El hecho de que no haya un punto limpio cercano a esta zona de la Sierra del Molar es una de las principales causas de la acumulación de basuras. Este lugar ofrece unas vistas muy agradables y los vecinos llevan tiempo batallando para que el Ayuntamiento haga allí un mirador. De momento lo único que tienen es una negativa por respuesta y un improvisado vertedero al aire libre. Los residentes también lamentan que no haya ningún cartel que anuncie que está prohibido tirar allí los escombros ni ningún tipo de vigilancia.

La acumulación de desperdicios, unida a la maleza y a las características secas del terreno, hacen temer un incendio. «Antes la gente paseaba por allí y se iba encontrando con romero y tomillo, ahora se encuentran bañeras y bidés», apunta uno de los vecinos de La Marina, Juan Jesús Gómez, pesimista ante lo que deparará el futuro a sus hijos.

Movilización vecinal

Desde la asociación de vecinos Pinomar también llevan tiempo movilizándose para lograr el mirador, con el que creen que se potenciarían las visitas a la zona y la vigilancia, lo que ofrecería una estampa muy distinta del lugar, ahora abandonado y al que solo se acude a tirar escombros y demás basuras. La asociación no plantea grandes exigencias, apenas reclama una caseta de madera, bancos en los que poder descansar y un camino transitable. Este mirador también se convertiría en un gran aliciente para los extranjeros que viven en el entorno y para los turistas que acuden al camping internacional a pasar sus vacaciones.

«Nos sentimos abandonados. Entendemos que somos una pedanía pequeña, la que más lejos está de Elche. Las ayudas nos llegan con cuentagotas y, cuando llamamos, parece que lo hacemos para molestar. Sabemos que aquí solo hay mil votos y que no podemos hacer mucho más. Todos los partidos nos tratan igual, promesas antes de las elecciones y, después, nada», apostilla Gómez con dosis de resignación.

El problema del posible mirador convertido en escombrera es uno más de los que tienen los vecinos de La Marina, que también tuvieron que crear una plataforma para luchar contra el Pativel. Entre sus reclamaciones, los residentes en la pedanía, que han llevado sus firmas hasta la Omac, exigen infraestructuras turísticas que puedan servir como soporte para la economía de la zona.

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