Un misterio envuelve al mundo de la cultura y el arte ilicitanos. La pintora Inés Serna ha denunciado la desaparición de uno de sus cuadros. La artista envió la obra con dirección a Roma y, tras su escala en Milán, nunca más se ha sabido de ella. La ilicitana lamenta que el trabajo, de un metro por un metro, lo den por perdido. Su destino original era la iglesia romana de la Fontana de Trevi, en la que Inés Serna ya tiene otros dos cuadros en exposición permanente, dedicados a Teresa de Calcuta y San Pablo. "Es muy raro que una obra de estas dimensiones desaparezca así de fácil", apostilla la pintora. La artista fue la encargada de elaborar el pasado verano el abanico del Misteri d'Elx, en el que rindió un homenaje a La Festa medieval, pintando las dos caras del pai pai junto a los alumnos del taller de pintura de la asociación de afectados de cáncer.