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Los cazadores de El Hondo culpan a los furtivos y exigen diálogo serio al Consell

La asociación de propietarios de cotos muestra su sorpresa ante el anuncio de más limitaciones horarias

Cercetas reintroducidas en el parque natural de El Hondo. antonio amorós

Sorpresa e indignación. Así recibían ayer los cazadores de El Hondo el anuncio de nuevas restricciones a la actividad cinegética en el parque natural. La Asociación para el Desarrollo Sostenible de los Espacios Protegidos -incluye también Las Salinas de Santa Pola y Carrizales- lamentaban la muerte de dos aves a tiros en el paraje y culpaban de ella a los furtivos. En concreto, el comunicado de este colectivo señalaba textualmente que «condenamos totalmente esta práctica delictiva, pero intentar atribuir a los cotos de caza de aves acuáticas estos hechos nos parece cuanto menos lamentable».

El presidente de los cazadores, Manuel Sabuco Pérez, exponía que «en los parajes, el furtivismo está a la orden del día, algo que perseguimos y condenamos, además de cumplir con todos los requisitos legales a los que nos obliga la Administración, como el empleo de perdigón de acero, la obligación de comunicar el resultado de las tiradas, etc».

Sabuco reclamaba a la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, que «retome un diálogo serio y técnico, en aras al entendimiento. Todo ello con la finalidad de que los sistemas húmedos, mantenidos solo y exclusivamente gracias al esfuerzo económico de sus propietarios, puedan seguir beneficiando al conjunto de la sociedad».

Situación

De los 15 espacios cinegéticos de la zona, 12 cotos pertenecen a la entidad que preside Sabuco, quien ayer explicaba que «de estas 15 fincas, la Generalitat prohibió la caza en una de ellas y, como consecuencia de esta limitación, el titular del coto debe ser indemnizado con unos 11 millones de euros por renunciar al aprovechamiento cinegético». Esta situación no es la misma para el resto. «La medida anunciada de nuevas restricciones nos ha sorprendido a los titulares de los cotos, quienes de su bolsillo, sin ayudas ni subvenciones, mantienen a lo largo de todo el año sus charcas en perfecto estado de conservación, manteniendo niveles freáticos mediante bombeo y manejo de flujos de agua, controlando su calidad para evitar el temido botulismo, alimentando a las aves, cinegéticas o no, realizando mejoras en la conservación del hábitat mediante mondas y limpieza de carrizo...».

Estas charcas, a juicio de los cazadores, carecen de rentabilidad, ya que «los únicos aprovechamientos posibles son la caza y la pesca, por lo que sin ellas, desaparecerían, algo que en ocasiones ni se tiene en cuenta ni se valora por parte de la sociedad», apunta Sabuco.

Garantía de sostenibilidad

Los titulares de los cotos sienten que «hemos cumplido con la Administración, presentando un Plan Técnico de Ordenación Cinegética cuyas condiciones no son nuevas y garantizan no solo la sostenibilidad de los aprovechamientos, sino también la continuidad de importantes medidas de fomento de las poblaciones de aves, especialmente las protegidas». La gestión realizada en los últimos 8 años, a juicio de Sabuco, «ha aportado excelentes resultados para las poblaciones cinegéticas residentes y migratorias».

Por último, el representante de los cazadores de El Hondo recuerda que cada coto de caza dispone únicamente de 14 medios días para la actividad a lo largo de toda la temporada cinegética, es decir de unas 70 horas de caza en todo un año, «frente a los 365 días que se está haciendo gestión por y para la conservación de los parajes naturales». La Asociación asegura ser «la primera defensora de la biodiversidad en sus cotos. Bastaría con compararse con el resto de cotos de aves acuáticas de la Comunidad Valenciana para ver que en otras zonas se caza del orden de tres veces más».

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