P ¿Se puede hablar de filosofía de vida aquello que usted como yogui ha enseñado a 500 asistentes en este congreso de yoga?
R Siempre persigo inspirar a la persona para que se conecte consigo misma con las instrucciones de la postura, a través de la interiorización y es importante que esté muy presente. El yoga es la práctica del todo que se llama cuerpo, mente y corazón, el mundo, la existencia, la práctica de la conexión. Tiene muchos objetivos, algunos muy grandiosos, pero los más cercanos consisten en que te hagas consciente de lo que eres, que te conozcas a ti mismo, que estés en contacto con tus capacidades, recursos y también con tus limitaciones, que explores tu vida, y no sé qué podemos entender como filosofía de vida, pero todo lo mencionado cambia la vida de una persona.
P Es una manera de poner freno al estrés y la prisa...
R La sociedad se caracteriza por la rapidez, ritmos acelerados y las grandes preocupaciones, los impactos emocionales y la contaminación visual y sonora, todo son excesos en nuestra sociedad, y en medio hay algo que se llama yoga que te propone parar y silenciarte. También hay que ser consciente de cada momento de tu vida y no estamos muy preparados para aceptarlo y acogerlo fácilmente, por ello todos necesitamos un proceso, y el yoga nos propone la manera de hacer este proceso y para llegar a poder tomar una actitud de vida que tiene incluso efectos en la salud.
P ¿Cuáles son los primeros indicadores para acudir a esta práctica?
R Casi de siempre los motivos tienen que ver con la salud física, mental y emocional. Casi todos llegan porque les duele algo y lo manda el médico, y también porque tiene algún tipo de crisis y han sufrido una pérdida o abandono, o está atravesando un momento difícil de su vida y necesita referencias para entender y aprender. Esto son puertas de entrada al yoga tan válidas como otras, que tienen claro que acceden por un camino más espiritual, que son las menos.
P Después de la alta participación en el Congreso, ¿Elche es referente con esta disciplina?
R Con nuestra escuela hemos formado a más de 300 profesores de Elche y alrededores en los últimos quince años de la mano de Espígol. Creo que la ciudad realmente se ha convertido en referente y es un congreso organizado con personas muy conectadas con la verdadera esencia del yoga, y no a las poses de Instagram y el «yo quiero más» o las contorsiones, es un yoga que no tiene que ver con las marcas y que no se vende de cualquier manera, el ambiente es muy auténtico,y por eso estoy aquí (en referencia a ayer). Tiene muchos más asistentes que los congresos que se realizan en el resto de España, organizados incluso por multinacionales.
P ¿Ha sido positivo que las marcas se interesen?
R El yoga es un legado milenario que nos hace La India y llega a Occidente en la segunda mitad del siglo XIX. A principios del XXI llegó envuelto en una gran confusión porque se mezcla con las marcas, el marketing guerrero y también con los intereses económicos de grandes empresas. Una parte es positiva porque denota que hay un gran movimiento en la conciencia, ganas de cambiar y de tener otro tipo de referentes. Pero luego hay una parte muy negativa por la gran confusión que genera, porque uno no sabe si el yoga va a perder su verdadera esencia del camino espiritual, que no quiere decir religioso ni dogmático.
P El 80% de las practicantes son mujeres, ¿por qué no hay paridad?
R El hombre no es que no haya llegado al yoga, es el único que ha estado siempre presente. La mujer es la que ha llegado no hace más de medio siglo comparada a una historia de 5.000 años. Es un legado muy patriarcal como todo en la sociedad, muy machista también y de pronto la mujer de alguna manera ha querido entrar y ahora es más numerosa que los hombres. Es una pena que sea así porque vamos a los extremos y debemos hacer algún recorrido que vuelva a buscar la armonía entre lo femenino y lo masculino. Ni el físico ni la flexibilidad tienen que ver porque el cuerpo sólo es una herramienta.
P ¿Qué retos tiene el yoga en cuanto a regulación?
R Soy presidenta de la Federación de Escuelas Formadoras de Yoga y nuestra unión es para ser una voz de cara a la administración. Se reguló la práctica y se creó una certificación profesional de instructor, pero las leyes que tienen que ver con este certificado han metido al yoga en actividades físicas y deportivas como el aeróbic, fitness o natación, y está creando revuelo y mucho problema dentro de las escuelas clásicas de formación, porque si las leyes que se están aprobando siguen adelante está el peligro de que desaparezcamos.
