El Protocolo Infección Quirúrgica Zero, desarrollado por el Hospital General de Elche, ha logrado reducir el número de infecciones quirúrgicas en más de un 50% en los últimos años, lo que supone un ahorro de más de 1,2 millones de euros anuales para el centro ilicitano, al evitar nuevas cirugías, tratamientos y el alargamiento de la estancia media de los pacientes. Así lo explicó ayer el jefe de la unidad de Medicina Preventiva del Hospital General, Juan José Navarro, durante el transcurso de las XVII Jornadas Científicas de la Sociedad Valenciana de Medicina Preventiva y Salud Pública, que acogió ayer el centro y que concluirán durante la mañana de hoy.

El doctor Navarro explicó que cada infección que un paciente sufre tras una operación supone un coste que ronda una media de 10.000 euros por caso, en concepto de reimplantación de prótesis (en casos de Traumatología) nuevas intervenciones, hospitalización, costes farmacológicos y de tratamientos y visitas extra. Por eso es necesario centrar los efectos de estas áreas médicas en reducir al máximos los infecciones, además, obviamente, por la mejora de la salud del paciente, ya que una infección grave podría incluso llegar a ser mortal.

La tasa de infecciones quirúrgicas es muy desigual y depende mucho del tipo de intervención. Así, la mayor reducción se ha dado en el área de Traumatología, ya que «este tipo de intervenciones son cirugías limpias, en las que se inserta una prótesis o se corrige algún tipo de estructura, mientras que otras, como las de colon, son mucho más complicadas y más proclives a sufrir complicaciones», explicó Navarro. En este tipo de casos, las tasas de infección pueden llegar a superar el 20%, aunque también se han logrado reducir con el protocolo impulsado por el Hospital General de Elche.

Este programa de prevención desarrollado por el centro ilicitano e implantando no solo en buena parte de la Comunidad Valenciana sino también en hospitales de toda España, es una de las cuestiones que se puso ayer sobre la mesa con respecto a la importancia de llevar a cabo esas labores de prevención. En este sentido, los expertos reclamaron a las administraciones que destinen más medios para mejorar la higiene en toda el área hospitalaria. También mayor implicación del personal sanitario y la coordinación entre especialistas, pues «faltan objetivos bien definidos y trabajo en equipo; no existe transversalidad, y falta implicación de la dirección en la mayoría de hospitales».

Las jornadas se abrieron con la intervención del doctor Juan Manuel Beltrán Garrido, jefe del servicio de Medicina Preventiva del Hospital Universitario La Fe, quien puso de manifiesto «la necesidad de mejorar la aplicación de los protocolos de prevención, especialmente en pacientes colonizados con patógenos multirresistentes. Estos protocolos tienen como objetivo proteger tanto a los pacientes, como a los trabajadores sanitarios, como la sociedad en general y, para ello es necesario comenzar por reconocer la gran ausencia de una auténtica cultura o conciencia en calidad y seguridad».

Las jornadas se cierran hoy con la presentación de un estudio en cuanto a control de infecciones en los últimos 30», así como del contagio de enfermedades transmisibles.