La Sección Séptima de la Audiencia Provincial acogió ayer la primera sesión del juicio contra dos agentes de la Policía Local de Elche acusados de un delito de lesiones a un indigente y para quienes la Fiscalía solicita penas de tres años de prisión por golpearle «prevaleciéndose de su condición de agente y abusando de su cargo», según el escrito de acusación, al que ha tenido acceso este diario. Los hechos se produjeron en la noche del 4 de abril de 2008, hace ya más de 11 años, cuando los agentes se encontraban en el Paseo de Germanías, y se dirigieron al denunciante, que se encontraba acostado en un banco.
Los agentes le pidieron que se levantara de ahí, momento en el que, según el fiscal, comenzaron a darle golpes y a insultarle. «En un momento dado, le pusieron las esposas y le tiraron del banco al suelo, comenzando a darle patadas por todo el cuerpo», dice el escrito, un extremo que los agentes negaron ayer en su declaración ante el tribunal y achararon las lesiones al forcejeo de la detención, ya que opuso resistencia.
Como consecuencia de la detención violenta que narra la Fiscalía en su escrito, el denunciante sufrió una fractura en el húmero derecho, que requirió tratamiento y tardó en curar «150 días impeditivos y le ocasionó una secuela consistente en la abolición de casi la totalidad de los arcos de movilidad del hombre derecho».
El denunciante falleció por causas naturales esperando este juicio. Aún y así, el Ministerio Público pide que se indemnice a los herederos con 9.000 euros por las lesiones sufridas y 12.000 por las secuelas derivadas de este presunto abuso de autoridad. La petición de condena, continúa el escrito de acusación, concluye con la petición de que se inhabilite a los acusados «para el ejercicio de cargos públicos, relacionados con la profesión de policía que ejercían en estos hechos».
Ayer prestaron declaración los acusados y otro agente que estuvo a cargo de la custodia del detenido, que manifestó que la víctima le había dicho en el calabozo que le dolía la clavícula. El tribunal tendrá que reproducir el testimonio que el denunciante realizó en su momento en el juzgado de instrucción.
Cruce de denuncias
La próxima semana será el turno de exponer los informes médicos, para esclarecer lo ocurrido, ya que según fuentes judiciales en un primer momento no se le detectó la fractura de clavícula y no fue hasta seis días más tarde desde que se produjo la detención que los facultativos le pusieron el cabestrillo al ser diagnosticado, si bien uno de los acusados reconoció ayer que la víctima les había manifestado dolor en la zona y se le llevó al médico. En este caso hubo un cruce de denuncias, ya que los agentes denunciaron al detenido por resistencia a la autoridad, aunque la Fiscalía descartó acusar, y días más tarde, cuando los médicos detectaron la fractura, el denunciante también decidió emprender acciones legales, aunque han tenido que pasar más de 11 años para que se juzgase el caso.
