Los colectivos ecologistas, como la Asociación de Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (ASHA), consideran incompatible la construcción de una segunda pista en el aeropuerto con la aspiración que tiene Elche de convertirse en Capital Verde Europea en 2030. Pese a que el alcalde, Carlos González, pidiera implicación anteayer a la nueva responsable del aeródromo para conseguir este objetivo, la agrupación lamentó ayer que en la reunión no se abordara el impacto que tendrá la infraestructura en el medio ambiente.

Desde ASHA tal y como ya han alegado en varias ocasiones, apuntan a que la segunda pista del aeropuerto supondría llevarse por delante alrededor de 70 de las 200 hectáreas del humedal de Aguamarga, un paraje que insisten que también pertenece a Elche. «La ciudad tiene unas zonas naturales muy importantes y para que la candidatura de Capital Verde Europea no quede vacía se debería apostar por conservarlo», señaló Miguel Ángel Pavón, integrante de ASHA.

Es por ello por lo que la asociación ecologista considera que Aena debería descartar la segunda pista para el aeropuerto, entre otras cosas, también porque apuntan a que se incrementará el tráfico aéreo, «uno de los principales gases invernaderos que no ayuda ni concuerda con la lucha contra el cambio climático ni con el objetivo sostenible que quiere Elche», apuntaron desde ASHA.

La asociación lamentó, además, que en humedales como el de Aguamaga habitan especies en peligro de extinción como la cerceta pardilla. Un tipo de ave para la que los ecologistas están pidiendo protección, tras la muerte de un ejemplar la pasada semana.