Elche cuenta con varias zonas empresariales y entre ellas siempre ha tenido un especial protagonismo la de Carrús, que en su día se diseñó para albergar grandes fábricas de calzado. Sin embargo, la realidad es que las parcelas de grandes dimensiones que se idearon cuando se hizo el planeamiento urbanístico se han ido diviendo, aumentando así el número de actividades y servicios que acoge este polígono, donde los empresarios piden más inversión pública, para mejorar la zona y hacerla tan atractiva como el Parque Empresarial.
Hace justo un año que esta zona industrial, la de Carrús, recibió una inversión de 250.000 que sirvieron para asfaltar y crear plazas de aparcamientos en la zona oeste, pero la lista de necesidades que han elaborado los empresarios sigue siendo muy extensa. Por eso, los empresarios insisten en que «nuestras reivindicaciones no deben caer en el olvido, ya que en Carrús queda mucho por hacer».
Los empresarios sostienen que la limpieza en el polígono es deficiente, y que en determinadas calles hay arbustos que permanecen meses y años sin que se arranquen. Además, destacan que «hay numerosas aceras sin terminar, permaneciendo con tan solo hormigón y sin pavimento», lo que se suma a «las calles que están sin farolas de alumbrado público, y a las que teniéndolas están rotas y no prestan servicio».
La falta de señalización es otro de los problemas que persiste en el polígono de Carrús, donde «la mayoría de los rótulos de las calles están colocados de tal forma que no se ven». El empresario Antonio Climent también explicó que «la numeración de las naves del polígono es catastrófica. Están sin orden y algunas se repiten».
Propuesta
Los empresarios también se quejan de que en las zonas destinadas a jardines tan solo hay suciedad y arbustos, y recuerdan que las parcelas que se reservaron para zona verde cuando se creó el polígono no se han desarrollado, presentando en la actualidad un «estado de abandono».
Es por este motivo, que una de las propuestas que lanzan los empresarios es que se adecuen estas zonas, en la actualidad solares vacíos, como áreas de estacionamiento que permitan liberar espacio en otras calles donde la densidad de vehículos es muy alta. Concretamente, los empresarios se refieren a calles como Brea, Inca, Arnedo o Segorbe que, según indicaron «están siempre saturadas de turismos y camiones formando atascos por la falta de fluidez del tráfico».
Todo esto se suma a la existencia de paradas de autobús sin marquesina y con poca iluminación, así como a la falta de pasos de peatones para que los trabajadores del polígono que utilizan el transporte público puedan llegar hasta ellas con más seguridad.
Este tipo de deficiencias aumentan, según los empresarios, en zonas como la calle Vall d'Uxó, ya que «la problemática se acentúa por la doble dirección del tráfico rodado y la velocidad a la que circulan los vehículos por esta vía».
Para tratar el estado del polígono de Carrús varios empresarios han intentado poner en marcha colectivos desde los que canalizar las necesidades y trasladarlas a las administraciones. Hace unos años se puso en marcha la asociación Época que, finalmente, cesó su actividad, y hace poco más de un año se volvió a intentar a través de la Asociación de Empresas de Servicios de Elche y Comarca (Aesec). Una división de Aesec, centrada en Carrús, es la que sigue más activa en la actualidad, y desde ella se están canalizando las peticiones que se dirigen al Ayuntamiento.
De hecho, con el área de Movilidad Urbana y Tráfico están colaborando los empresarios para instalar nuevas estaciones de Bicielx, así como para modificar la ubicación de una parada de autobús urbano, con el fin de que sea más segura para los trabajadores de Carrús.
Un área con más de 500 naves en funcionamiento
El polígono de Carrús cuenta con unas 650 naves de las que un centenar está sin uso. Por este motivo, los empresarios consideran que hay que mejorar la zona, para que sea más atractiva. Las más de 500 naves que hay en funcionamiento se dedican a sectores muy diversos, aunque la presencia de naves dedicadas a la comercialización y fabricación de calzado es mayoritaria, con unas 200 naves.
