Los embalses de El Hondo presentan en la actualidad una de sus mejores caras. El trabajo realizado durante los últimos meses por Riegos de Levante y la Conselleria de Medio Ambiente, sumado a la entrada extraordinaria de agua de buena calidad tras la gota fría, han permitido que los embalses de Levante y Poniente cuenten con un buen nivel de agua, que al ser de calidad resulta beneficiosa tanto para el riego como para el ecosistema. Prueba de ello es que han vuelto a crecer especies vegetales acuáticas en el de Poniente que sirven de alimento a aves en peligro de extinción, como la cerceta pardilla.

De los dos embalses que gestiona la comunidad de regantes, llama la atención la rápida recuperación del embalse de Levante, después de que fuese vaciado el pasado mes de agosto, por lo que se espera que siga los mismos pasos que el de Poniente y afloren más plantas acuáticas en el parque natural.

Concretamente, la Conselleria de Medio Ambiente autorizó a los regantes a realizar un vaciado terapéutico del embalse de Levante para mejorar la calidad de sus aguas. Éste presentaba problemas como la acumulación de residuos y un aumento creciente de salinidad, que, sumados a la población elevada de carpa, provocaba el deterioro de un hábitat prioritario para la malvasía cabeciblanca y la cerceta.

Desde Riesgos de Levante explicaron que «tras recibir autorización de Medio Ambiente, la primera semana de agosto comenzó el vaciado progresivo del embalse, por lo que disminuyó de manera considerable la población de carpa en su interior». Además, se aprovechó el descenso de nivel en el embalse para llevar a cabo varios trabajos de gestión de carrizo con el fin de mejorar la circulación del agua.

El agua volvió a entrar en el embalse de Levante en septiembre con aportes procedente del trasvase Tajo-Segura, aunque la mayor entrada se registró, según indicaron desde la dirección de Riegos de Levante, con la gota fría.

Como consecuencia de las lluvias en el embalse se recogieron casi 200 litros por metro cuadrado, y esto ha permitido que a día de hoy el agua de Levante presente mejor calidad y menor salinidad, que, además de repercutir en la mejora del ecosistema, permite que sus aguas sean óptimas para el riego.

En cuanto a la presencia de la carpa en este embalse, desde Riegos de Levante aseguraron que «a día de hoy podemos asegurar que la población de carpa en el embalse de Levante es residual». En este sentido, indicaron que «debido a esto y a la mejora en la calidad del agua, esperamos que en los próximos meses comiencen a aparecer macrófitos, plantas acuáticas que sirven como indicadores de la buena calidad del agua, como ha ocurrido en el de Poniente».

El objetivo es que la situación siga mejorando en el embalse de Levante, y que así se equipare con el de Poniente, que fue objeto de otro vaciado terapéutico en 2018, con un resultado «muy positivo», aseguran desde la comunidad de regantes. En este sentido, la bióloga de Riegos de Levante, Carolina García, explicó que «la turbidez de las aguas de Poniente ha disminuido, mejorando en general sus condiciones físico-químicas. No se ha producido ningún episodio de mortandad de peces en Poniente, y tampoco se han dado casos de botulismo en todo el periodo estival en ninguno de los embalses».

Además, Carolina García destacó que el resultado del muestreo realizado en Poniente en busca de macrófitos ha sido «espectacular». Casi un tercio de la superficie total del embalse presenta este tipo de vegetación, siendo la especie más abundante Najas marina. No obstante, también se ha detectado presencia de Potamogeton pectinatus, que es una especie que antaño fue muy abundante en ambos embalses.

Especies vegetales que llenan las lagunas de vida

Un indicador de la recuperación de los embalses más grandes de El Hondo, que son propiedad de los regantes, es la presencia de especies vegetales acuáticas. Estas especies oxigenan el agua y son muy necesarias para favorecer la estancia de aves como la malvasía cabeciblanca o la cerceta pardilla.