El Ayuntamiento pedirá a Fomento pantallas antirruido en la autovía A-7, a su paso por Elche, para atajar las molestias vecinales que suponen un quebradero de cabeza para las viviendas situadas en la pedanía de Vallongas y colindantes al vial.

El equipo de gobierno, a instancias de las quejas de los residentes de esta partida rural y de las denuncias policiales, elaboró un informe para medir la contaminación acústica en este enclave y constató que los niveles existentes de ruido son superiores a los máximos permitidos. Así lo explicó la edil de Urbanismo, Ana Arabid, en el último pleno municipal, ante la queja de uno de los representantes de los afectados.

La edil responsable del área aseguró que su departamento está trabajando en coordinación con la Concejalía de Pedanías y con el alcalde pedáneo de Vallongas para dar una solución al problema.

En total, cerca de mil metros lineales a ambos lados de la autovía del Mediterráneo están afectados por la falta de insonorización. Y por eso, tras el último estudio realizado, el compromiso municipal es que la junta de gobierno local pida a la Unidad de Carreteras de Ministerio de Fomento la colocación urgente de pantallas que eviten el ruido de la autovía.

La situación no es nueva en este punto del municipio y sus vecinos llevan años pidiendo a los responsables municipales una solución. «Vivo a dos kilómetros y por la noche oigo la autovía. Imagina cómo lo tendrán que pasar los que tienen la casa a cinco metros de la valla de la A-7», señalaba hace un año uno de los vecinos. Sus residentes han recurrido hasta el Síndic de Greuges para pedir medidas ante la inacción de las administraciones públicas.

Tampoco es la primera vez que la reivindicación llega al pleno municipal. En el pasado mandato, la corporación municipal aprobó por unanimidad una moción, presentada por Compromís, para exigir al Ministerio de Fomento actuaciones necesarias para solucionar esta problemática, en el tramo correspondiente entre los kilómetros 510 al 511.

Sin embargo, todavía no ha habido ningún movimiento al respecto, lo que hace que sus afectados desconfíen de la llegada de una solución. Mientras, afirman que seguirán metiendo presión y reclamando donde haga falta.

De hecho, su expedáneo llegó en 2016 hasta el Ministerio de Fomento para pedir las pantallas acústicas y desde entonces nada. Tampoco es el único reclamo que tiene Vallongas, una de las pedanías más reivindicativas del término municipal. El último, que también llegó al pleno municipal, tuvo que ver con el precio del taxi.

Los jubilados que viven en el Camp d'Elx, en concreto, en Vallongas o Ferriol, quieren tener las mismas facilidades que los pensionistas de la ciudad en el transporte urbano y están en pie de guerra. A estas pedanías llega el taxi, subvencionado por el Ayuntamiento, pero lo piden gratis. La Concejalía de Movilidad está estudiando acceder a sus peticiones.