P ¿Qué le trae a Elche?
R La participación en un congreso sobre comunicación entre periodistas y científicos. Son dos campos que no están reñidos. En el ámbito universitario es imprescindible reflexionar sobre el conocimiento que se genera y cómo va más allá del alumnado, cómo repercute en la sociedad. La transferencia es clave. Si hay más interés, mejoraremos la calidad de la enseñanza y la toma de decisiones sobre ciencia, tecnología y medio ambiente. Me parece muy importante que se celebren congresos de este tipo y es un honor que me inviten.
P La información sobre ciencia, ¿está mal comunicada?
R No necesariamente. El que sabe hacerlo, comunica sobre cualquier campo. Ves lo que ocurre y lo que tienes que contar para que mucha gente lo pueda entender. Eso es periodismo. Da igual que hables de que el Granada es líder de la Liga de fútbol o de que el Nobel de Química es para los padres de las baterías de litio. Hay técnicas de comunicación que aplican periodistas, escritores o divulgadores. Lo importante es que tu mensaje llegue y que conozcas las claves de la comunicación, independientemente de tu oficio o estudios.
P ¿La ciencia también está expuesta a sufrir las fake news
R Los científicos se preocupan poco de eso, piensan que es una tontería y no les molesta. A los comunicadores sí que nos preocupa porque distorsiona la seriedad de los mensajes que se transmiten con rigor. Todos los informadores nos sentimos indignados con el hecho de que haya gente que invente chorradas y las quiera pasar por noticias rigurosas. He llegado a leer que el sida se cura con lejía. Una sociedad moderna no se puede permitir el lujo de que haya pseudociencias.
P El interés por la divulgación científica, ¿ha aumentado?
R Nunca se ha hecho tanta divulgación científica como ahora. Tampoco es para estar contentos porque queda mucho camino por recorrer. Otros países han progresado mucho más, como Francia, Italia, Alemania o Reino Unido. Estamos muy lejos de ellos, la investigación, tanto pública como privada, es un tercio que la de Alemania o Francia. Estamos mejor que hace 20 años pero el tejido empresarial no busca el beneficio de la sociedad.
P En relación al medio ambiente, se ha hablado mucho de que el cambio climático se ceba con el Mediterráneo, ¿es así?
R Los países del norte extremadamente desarrollados han emitido toda su contaminación urbanística y turística al mar. El impacto de la contaminación es notable y los países pobres son los que más plástico emiten. Pero no es de las zonas más contaminadas. En Francia, Italia, Grecia, Túnez o Marruecos hay normas medioambientales muy severas que antes no existían. La sobrepesca está muy controlada. Una subida de la temperatura del mar medio grado no es para decir que está hirviendo y los peces se están cociendo, porque el Mediterráneo aguanta cambios de 10 grados de una estación a otra.
P ¿Cuál es el problema?
R Que hay mucha exageración y poca comprensión de los datos que se dan. Los científicos alertan y en España se puede hablar de un problema de contaminación, pero los que están atacando al mundo son China e India. Como son países en desarrollo parece que no se puede decir nada de ellos. La solución no es que España contamine menos o nada, el cambio climático es una cuestión mundial.
P ¿Cuál es la relación actual entre ciencia y religión?
R La ciencia va por un lado y la religión por otro, por el de Dios existe, lo ha creado todo y el que diga lo contrario es un hereje. Y sin tener que demostrar nada. La ciencia se basa en las pruebas y las evidencias y no hay mayor conflicto. La Iglesia católica ha aceptado el evolucionismo, otras no tanto. Hay quien piensa que la fe es más importante que lo que ven sus ojos. Allá cada cual, pero dos y dos son cuatro.
