Ni el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) ni la ley de Patrimonio Cultural permiten el derribo del Mercado Central de Elche porque no hay proyecto de edificación aprobado.

Es otra de las razones que el ejecutivo local ha dado hoy el equipo de gobierno para negarle la demolición a la concesionaria del proyecto del Mercado, Aparcisa. El portavoz del ejecutivo local, Héctor Díez, ha señalado hoy que no es de sentido común autorizar tirar abajo el inmueble si no van a seguir con el contrato, por lo que las excavaciones que quiere hacer la mercantil, a petición de la conselleria de Cultura, no se van a autorizar. "No tiene sentido ni derribar el edificio ni seguir adelante", ha dicho el edil socialista.

El artículo 17 del PGOU dice que en el núcleo histórico tradicional (Vila Murada y el Raval) no permite demolición de edificios salvo en caso de ruina o que esté programado el incio de las obras en el plazo de un mes. Mientras, la ley valenciana dice que los derribos de inmueble se condicionan al proyecto de edificación.

Además de este argumento, el ejecutivo local ha insistido en que "no vamos a seguir adelante porque no vamos a jugarnos el Patrimonio de la Humanidad". Héctor Díez ha dicho que "para nosotros Icomos es la Unesco y tiene mucho valor lo que dijo" sobre la afección negativa del parking del Mercado para el Misteri. Sobre esto también ha recalcado que "prima el Patrimonio de la Humanidad y que la ciudad no es un mecano al servicio de intereses partidistas".

Con ello, el equipo de gobierno se mantiene firme en buscar un acuerdo con la empresa y los placeros para rescindir el contrato y evitar judicializar el conflicto. Eso sí, hoy han admitido, de la mano de su portavoz, que "si después de un plazo prudente no hay acuerdo, la rescisión será unilateral". El edil socialista no ha precisado cuánto tiempo esperarán para tratar de negociar, sí que ha dicho que será en este mandato, tampoco ha detallado todavía los costes que tendrá la rescisión para las arcas municipales.

Asimismo, Héctor Díez ha puesto el acento en que lo que quiere el equipo de gobierno es que Aparcisa "reciba lo justo, lo que ha invertido", que los placeros sigan desarrollando su actividad comercial y que el Ayuntamiento pueda reactivar el centro.

Sobre las propuestas realizadas ayer por la concesionaria para salvar el proyecto, el ejecutivo local ha dicgo que "no son nuevas" y ha recordado que la entrada y salida de coches por la calle Salitre ya fueron desestimadas por los técnicos municipales porque afectan a la muralla y el cruce del puente de Canalejas no tiene capacidad para absorber el tráfico que genere el parking. Además, Díez ha advertido que el entorno de la basílica ya está peatonalizado y que la calle Fatxo donde la empresa quiere ahora quitar el tráfico ya se va a peatonalizar con el Plan Centro.

El equipo de gobierno también le ha reprochado a Aparcisa que todavía no le haya dado una respuesta oficial a la mesa de negociación que le propuso y que lo esté haciendo por los medios de comunicación.