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El alcalde justifica la subida de impuestos para cumplir sus proyectos y su programa

El gobierno local explica en un tenso pleno la necesidad de ingresar más para no recortar servicios ni ayudas y mantener unas cuentas saneadas

Un instante del pleno extraordinario celebrado ayer en el Ayuntamiento de Elche para aprobar la subida de impuestos, tasas y precios públicos. antonio amorós

Los principales impuestos, tasas y precios públicos subirán un 1,5% el próximo año en Elche. El equipo de gobierno de PSOE y Compromís impuso ayer su mayoría absoluta (14 concejales) frente a los doce votos en contra de la oposición, integrada por PP, Ciudadanos y Vox (faltó una edil popular), para sacar adelante el aumento de 17 de las 24 ordenanzas fiscales tras cuatro años de congelación fiscal y de incluso bajadas puntuales. La medida provocó el rechazo frontal de la oposición y duras críticas hacia la gestión económica municipal.

El PSOE se mostró convencido de tener el aval para ello tras el apoyo recibido en las urnas. «La actualización del 1,5% es muy moderada atendiendo al compromiso que adquirimos en periodo electoral (moderación fiscal y actualización al IPC), compromiso respaldado por más 37.000 personas y en estos momentos es lo que estamos haciendo», dijo Macià.

En una tensa sesión de dos horas, el ejecutivo local defendió la necesidad de ingresar más (1,5 millones) para no recortar servicios, amparándose en una actualización al IPC para la que el Ayuntamiento ha escogido el indicativo más alto, correspondiente al mes de abril. Algo por lo que PP y Ciudadanos pidieron explicaciones y admitieron no entender por qué el gobierno local se ha decidido esa variación y no otra más baja o por qué no se han esperado al índice de final de año.

El PSOE no llegó a dar una respuesta clara sobre esta incógnita, apuntando fuera de pleno a que se trata de una cuestión «técnica» la elección del mes de abril. La edil de Hacienda, Patricia Macià centró su discurso en tratar de convencer de que el 1,5% es un «porcentaje moderado» y que «la vida sube, los contratos suben, las asociaciones piden más implicación del Ayuntamiento y las cuentas no lo soportan todo». Dejó caer la concejal socialista que habrá más fondos para asociaciones en el presupuesto de 2020, pero sin precisar cifras.

Así, el próximo año la subida se notará en tributos el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (ITVM), el Impuesto de Actividades Económicas (IAE), el Impuesto de Construcciones y Obras (ICIO), además de las principales tasas y precios municipales. Entre ellas figura la grúa, los vados, la ocupación de mesas y sillas, el transporte en bicicleta, servicios de cementerio, etc.

Para el tributo que más pesa en el bolsillo de los ilicitanos, el IBI, el PSOE trató de llamar a la calma asegurando que los recibos de entre 100 y 400 euros, «solo» subirán entre uno y seis euros. Y para el resto de impuestos, la subida será «unos céntimos o escasos euros», repitió una vez más el gobierno local para quitarle hierro al asunto.

Hacer frente al aumento del gasto del 2,5% de personal, a los contratos de limpieza y recogida de basura, el transporte a las pedanías, el impulso al suelo industrial, el Campus Tecnológico fueron las justificaciones que volvió a dar el ejecutivo local para acreditar su decisión. También lo hizo el alcalde, Carlos González, al final del pleno, quien reiteró la «coherencia con nuestro programa electoral y con los proyectos con los que este equipo de gobierno concurrió a las elecciones».

Del mismo modo lo justificó Compromís, cuya portavoz, Esther Díez, defendió «asegurar servicios a la ciudadanía», apeló a la defensa del estado del bienestar y a «tener un Ayuntamiento fuerte». Los socios de gobierno del PSOE también aprovecharon para reprochar al PP el aumento de la presión fiscal que realizó en 2011 cuando gobernaba. Esther Díez se refirió a la subida del IBI en un 5%, a la tasa de basuras en un 100%, al 30% del autobús y al 3% del agua. Desde entonces los tributos municipales no habían aumentado en Elche.

Rechazo frontal

Ninguno de los argumentos utilizados por el ejecutivo local sirvió para que la oposición se moviera ayer de su sitio. El más beligerante fue el PP, de la mano de su portavoz, Pablo Ruz, quien utilizó toda una retahíla de adjetivos para criticar el aumento de los principales impuestos. Tachó de «subida generalizada», de «hachazo fiscal», de «escándalo» y de «arbitrario» el 1,5% de aumento escogido por el equipo de gobierno.

El popular atacó directamente al PSOE, con frases como: «esto es socialismo en estado puro», «milita en un partido que arruinó Elche», refiriéndose a la edil de Hacienda, y acusó a los socialistas de «disponer del dinero de los demás para pagar chiringuitos».

El senador ilicitano les acusó de haber escogido el peor momento para subir impuestos por «estar a las puertas de una recesión económica», algo que cuestionó después el PSOE. Y se escudó también en que su partido los incrementó en 2011 «porque la situación lo exigía tras habernos dejado el PSOE una deuda de 220 millones de euros». Como una de las «soluciones» para evitar aumentar la presión fiscal, el PP planteó recortar la partida de 400.000 euros para propaganda y publicidad institucional.

Discurso

Ciudadanos empezó su intervención tendiéndole la mano al departamento de Hacienda para buscar alternativas las próximas veces, pero su portavoz, Eduardo García-Ontiveros, acabó endureciendo su discurso contra el ejecutivo local y la gestión fiscal.

De «suspenso sun paliativos», describió la medida para afirmar después que «esto no es un gobierno progresista ni que quiere reactivar la economía». La formación naranja reprochó, además, al ejecutivo local» haber prometido tanto en campaña electoral que luego hay que pagarlo» y enumeró sus alternativas. Plantearon, por ejemplo, bonificar la apertura de nuevos locales y la tasa de basura para nuevos negocios y hacer descuentos en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE).

La portavoz de Vox, Amparo Cerdá, alertó de que la subida de impuestos «va a favorecer la economía sumergida» y acusó al PSOE de ser el «enemigo número 1 de la clase media, la que más se va a ver perjudicada» y de que «les resulte muy fácil ser solidarios con el dinero de los demás». La formación pidió también otras fórmulas, como recortar gastos superfluos y reactivar la economía.

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