Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Georgina Higueras: «La hostilidad entre EE UU y China marcará el siglo XXI»

Como parte del ciclo «Periodistas y el Mediterráneo», ofreció ayer una ponencia en la UMH

Georgina Higueras: «La hostilidad entre EE UU y China marcará el siglo XXI»

Tuvo ayer un encuentro con estudiantes de la UMH, ¿qué asuntos trató con los jóvenes?

Hablamos de la actualidad internacional y de mi trayectoria como periodista, en la que he pasado muchos años como enviada especial, he entrevistado a jefes de estado y he cubiertos conflictos. Veo que los estudiantes tienen muchas inquietudes. Cuentan con toda la vida por delante y les recomiendo que lean más, que disfruten y se sumerjan en los libros y aprendan de ellos. Y, después, que salgan de su zona de confort, se vayan de España y amplíen sus horizontes para conquistar el mundo.

Su ponencia estaba marcada en el ciclo «Periodistas y el Mediterráneo», ¿cómo valora la situación del Mediterráneo?

Es un mar fundamental para nuestra cultura, con dos orillas tan distintas. En ellas encontramos a diario el drama de la inmigración y la incomprensión de la orilla del norte. Sus conexiones de comercio y pensamiento han sido claves para nosotros.

Desde su experiencia como analista internacional, ¿cuál es su visión sobre China y sus conflictos con EE UU o Hong Kong?

Los dirigentes chinos tienen clara la dirección del país y la visión a largo plazo. Se han propuesto que China lidere la revolución tecnológica del siglo XXI y se ve en la rapidez de sus cambios. El problema de Hong Kong es serio y va a dificultar su aspiración de reunificación con Taiwán. Y, al margen de la reforma de su económica para que sea más verde, el mayor problema de Xi Jinping es la hostilidad con EE UU, que no va a desaparecer aunque haya acuerdo comercial.

¿Qué más puede contar sobre la hostilidad entre gigantes?

Esta hostilidad va a marcar el siglo XXI porque va a suponer el ascenso de China y el descenso de EE UU. Cuando un país tiene que ceder el poder hegemónico a otro es muy duro y muchas veces el sorpaso acaba en una guerra, ya sea total o parcial.

Frente a China tenemos a Trump como exponente del auge de los populismos...

Trump es una desgracia para EE UU, un señor que no tiene categoría de líder político y que tampoco sabe dirigir un país con tanto peso. Su presencia marca el declive de EE UU y el auge del populismo que vemos en muchas zonas: con Boris Johnson en Reino Unido, con Orbán en Hungría, con los Kaczynski en Polonia, con Bolsonaro en Brasil... Es un problema gravísimo porque erosiona el sistema democrático. Hay que encontrar una solución porque, a la larga, se daña y se perjudica la democracia.

En España, con las elecciones a la vuelta de la esquina, ¿tiene la misma sensación?

El populismo se contagia fácilmente. Sus líderes manejan la propaganda y saben que con frases cortas llegan a la población. Este movimiento está en todos los sitios y hay que contenerlo.

Una de las zonas en las que más tiempo ha pasado como corresponsal es en Oriente Medio, ¿allí es Turquía el punto más caliente en este momento?

El problema con los kurdos es grave. Las fronteras que trazaron los poderes coloniales dejaron al pueblo kurdo dividido. En la guerra del Golfo ya hubo un problema con los kurdos iraquíes que intentaron independizarse y Turquía los trata muy mal, lo que ha acelerado el movimiento de independencia del PKK.

¿Qué final ve para esto?

Todo lo que sea impulsar una guerra, con millones de refugiados, va a ser una catástrofe. Erdogan está perdiendo su popularidad y recurre al ataque a los kurdos para tratar de recuperarla. Es una acción tan populista como puede ser el Brexit, el panorama internacional es desalentador.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats