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Los veganos, más proclives a consumir cannabis y a sufrir ansiedad y depresión

Una tesis doctoral de la UMH concluye también que quienes se abstienen de comer alimentos de origen animal presentan déficits de alimentación

Cuatro de cada diez veganos, es decir, aquellas personas que han optado por abstenerse de comer carne, así como cualquier alimento de origen animal, presentan una probable ansiedad, sobre todo las mujeres. Además, una de cada cuatro personas que elige esta alimentación puede estar sufriendo una probable depresión, y esto ocurre tanto en hombres como en mujeres. Y además, son más proclives a consumir cannabis.

Así se refleja al menos en una tesis doctoral defendida en la Universidad Miguel Hernández de Elche y en la que, entre otras conclusiones, se constata también que la población vegana española «necesita en general consejos de nutriciónconsejos de nutrición debido a los déficits encontrados, con el fin de aportar a su dieta los suplementos necesarios para estas carencias».

El 19,4% de los hombres veganos incluidos en este estudio padecía ansiedad, mientras que en el sexo femenino este porcentaje se elevaba al 50%. Respecto a la depresión, el 30,3% de hombres veganos la sufrían y también el 50% de las mujeres veganas. Relacionando los datos de ambos sexos, los veganos con ansiedad son el 39,2% y con depresión el 26,5%.

«Del análisis anterior se desprende que la población total vegana estudiada tiene un porcentaje menor tanto en ansiedad como en depresión, pero separando ambos sexos, en veganos, las mujeres presentan un porcentaje mayor de ansiedad que la población general, manteniéndose inferior en el caso de la depresión», según se explica en el trabajo, que añade que se ha demostrado que es cierto que la permanencia de más de cuatro años en una dieta vegana está relacionada con unos valores inferiores a su mitad a padecer ansiedad y depresión.

Pero es que los defensores del veganismo consumen menos porcentajes de hidratos de carbono y mayores procentajes de grasas. En concreto, los hombres veganos toman una cantidad mayor de hidratos de carbono, ácidos poli insaturados y fibra que las mujeres.

«Cuando se comparan los datos obtenidos en los micro nutrientes con la FAO, en ambos sexos de la población vegana, se cuantifica un déficit de calcio, yodo, flúor y vitamina D. Sin embargo, presentan un exceso de sodio, potasio, selenio, fósforo, niacina, ácido fólico, vitamina C, vitamina E y, solo en mujeres, la vitamina A», según defiende Alejandro García, el autor de este trabajo dirigido por los profesores Ernesto Cortés y Vicente Francisco Gil a finales de 2017. Según este estudio, en ambos sexos la cantidad de proteínas ingeridas cumplen las recomendaciones internacionales.

En España el veganismo se puso de moda a partir del año 2000, al ser adoptado por algunos atletas de cara a deportes de resistencia. Según el autor, no existen datos oficiales relativos a la población vegana. Las cifras que maneja la Unión Vegetariana Española (con sede en Alcoy) son del 0,08% de la población. Se trata en su mayoría de jóvenes con formación media o superior los que muestran una mayor atracción por el veganismo.

La tesis recoge cómo en 1999 se realizó un gran análisis con cinco estudios que comparaban las tasas de mortalidad por cardiopatía isquémica en los países occidentales. Lo que se encontró fue que era un 26% menor entre los vegetarianos que entre los consumidores frecuentes de carne; un 20% inferior entre los consumidores ocasionales de carne; y un 34% menor entre los consumidores de vegetales y pescado exlusivamente. Este mismo porcentaje se vio entre los ovolácteos vegetarianos.

Asimismo, desde principios de este siglo existe un consenso científico que una dieta basada en vegetales «bien planificada», reduce el riesgo de desarrollar ciertas enfermedades degenerativas y/o crónicas, como cardiovasculares, diabetes, ciertos tipos de cáncer, osteoporosis, ciertas enfermedades renales y demencia.

En este estudio con sede en la UMH se estudió a un conjunto de voluntarios veganos de toda España, muchos de los cuales inicialmente rechazaron colaborar. Finalmente se incluyeron en el trabajo a 113 personas mayores de edad y que eran veganas desde hacía al menos un año, aunque en un principio acudieron 225 participantes.

Otros datos que se obtuvieron fueron que el 50% de la población estudiada participaba en organizaciones no gubernamentales relacionadas con la defensa animal y el 18,6% también participaba en ONGs tales como ayuda a países en desarrollo, Médicos sin Fronteras, etcétera.

Otro dato que llama la atención con respecto a los hábitos de vida es la alta prevalencia de consumo de cannabis que toman los veganos del estudio y la mayor prevalencia de alcohol en mujeres.

Según esta tesis, los veganos estudiados consumen más del doble de cannabis que la población general española (23,5 frente al 9,2%), más speed (1% frente al 0,45%), menos cocaína (1% frente al 4,4%) y menos somníferos (2% frente al 5,5%).

Asimismo, el trabajo universitario apunta que el 69,9% de los veganos son consumidores de alcohol, frente al 78,3% de los omnívoros; y que el 22,5% de los veganos fuma, frente al 40,7% del resto de la población.

Cabe señalar también que los veganos españoles suelen permanecer una media de unos cuatro años en la dieta, realizan aproximadamente cuatro comidas al día y hacen actividad física adecuada.

Por último, preguntados por las razones por las que se adhirieron a una dieta vegana, los incluidos en el estudio manifestaron que se debía a su condición de animalista.

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