El 90% de pacientes que tratan de quitarse la vida tenían diagnosticado algún problema de salud mental, y solo el 10% no había acudido nunca a consulta ni había dado indicios de estas tendencias. De hecho, de los casos que llegan por Urgencias a la Unidad de Salud Mental del Hospital General de Elche por un intento de suicidio, el 50% padecía una depresión. Así lo asegura el jefe de servicio de este área sanitaria, el doctor José Vicente Baeza. El otro 25% tienen alguna enfermedad psicótica como la esquizofrenia, mientras que el 25% restante presenta algún tipo de adicción al alcohol o las drogas. El mensaje que quiso lanzar el doctor fue claro: «los suicidios se pueden evitar en la mayoría de los casos, pues el paciente no decide de un día para otro que quiere hacerlo».

Por tanto, al menor indicio por parte de familiares o amigos, recomienza acudir al médico de cabecera para tratar el problema, tomarse en serio este tipo de manifestaciones y tratar de actuar a tiempo. Cada día la Unidad atiende a una media de dos pacientes que tratan de quitarse la vida en la ciudad. «La mayoría, eso sí, son casos leves, que intentan intoxicarse tomando pastillas o llegan con cortes y heridas», señala. De hecho, el 80% son dados de alta a las pocas horas, pero el problema viene cuando «muchos de ellos lo intentan de nuevo».

En la ciudad, añade el doctor, se suicida una persona cada 12 días, según las estadísticas que maneja. Desde la Asociación de Familiares y Personas con Enfermedades Mentales de Elche y comarca, reivindicaron ayer, desde la Plaça de Baix, la necesidad de visibilizar esta problemática, ya que las cifran llevan años al alza, romper el tabú y el silencio en torno a estas patologías, y dar voz a los profesionales para concienciar a la población, aprender a identificar los síntomas y tratarlos. El doctor Baeza se manifestó ayer en el mismo sentido. El perfil del paciente que llega al hospital por este motivo es «una persona mayor, generalmente hombres, que se han quedado solos, solteros, separados o viudos. Por eso, es importante que la sociedad tome conciencia ya que «aunque esté solo siempre hay conocidos o amigos que puedan actuar cuando manifiesten, porque casi siempre lo hacen antes de intentarlo, su deseo de morir», concluyó.