Llega este año la celebración del 9 de Octubre marcada por los tristes episodios de lluvias torrenciales que han anegado los vecinos municipios de la Vega Baja y parte de nuestras pedanías, especialmente las que están ubicadas en el litoral. Por ello, quiero aprovechar esta conmemoración para enviar a todas las familias afectadas un mensaje de solidaridad y de unidad, dos palabras que cobran verdadero sentido en un día como el de hoy.

Decía el presidente de la Comunidad, Ximo Puig, durante el acto oficial celebrado ayer en Orihuela con motivo de este Día de la Comunidad, que la catástrofe de la gota fría, conocida como DANA, tiene que suponer un acicate y un punto de inflexión para repensar y avanzar en nuestras relaciones territoriales.

Es cierto. La gran fuerza solidaria demostrada durante estos episodios ha venido a sacar a la luz el fuerte compromiso de las gentes de estas tierras, de las que formamos parte los ilicitanos e ilicitanas, dedicados con tanta entrega a auxiliar a las personas afectadas por el terrible temporal.

Hemos vivido momentos en los que las únicas fronteras con las que nos hemos topado han sido las que ha impuesto la naturaleza con su fuerza destructora, pero nos han dejado claro que todos somos necesarios, que estamos en un mismo barco, tanto para superar adversidades como para disfrutar de los éxitos y las alegrías.

Los ciudadanos de esta Comunidad nos hemos sentido unidos más que nunca debido a las consecuencias de la gota fría, desde Orihuela hasta Castellón, probablemente porque somos generosos y acogedores pero, sin duda, porque nos atan desde hace siglos lazos históricos, lingüísticos y culturales.

Son razonas más que suficientes para profundizar en la mejora de nuestras relaciones, en la eliminación de desigualdades entre pueblos y comarcas, con políticas que promuevan la equidad y la justicia social para conseguir mayores cotas de bienestar y progreso en nuestra Comunidad.

Nuestros referentes históricos se remontan al Tratado de Torrellas del año 1304 y al posterior Tratado de Elche de 1305 por el que se estableció la divisoria entre los territorios murcianos de Castilla y los pertenecientes al reino de Valencia, incluidos en la Corona de Aragón. Son muchos años navegando juntos en una travesía que ha superado contratiempos de todo tipo, desde guerras hasta catástrofes. Pero subidos a una ola como la que se ha originado con la #FuerzaVegaBaja podemos trabajar para evitar ser discriminados con el resto de España, como ocurre con la financiación autonómica, y para llegar a nuestra Comunidad hacia los primeros puestos en desarrollo y progreso.

Los ilicitanos e ilicitanas sabemos perfectamente lo que suponen la solidaridad y la unidad, pero también la integración, porque la llevamos en nuestro ADN y gracias a ella hemos construido la ciudad que hoy en día es Elche, con gentes procedentes de numerosas comunidades y países. Un rasgo distintivo que debemos valorar en un día como el del 9 de Octubre, de ensalzamiento de la tradición y la historia.

En una celebración como la de hoy estamos obligados a reivindicar ante el Gobierno de España una mejor redistribución de la riqueza nacional; tenemos que reclamar al Estado, a la Comunidad y a la Diputación Provincial que afronten las inversiones que son absolutamente necesarias en nuestro municipio para continuar aumentando la calidad de vida, el bienestar y la prosperidad de nuestros vecinos y vecinas.

Es urgente que los ayuntamientos tengamos un papel más activo en políticas como las de la lucha contra la violencia de género, que se promulgue una nueva Ley de Financiación Local para conseguir una mayor justicia redistributiva o que se elimine el llamado techo de gasto para que las Corporaciones Locales saneadas podamos destinar más dinero a inversiones, a políticas de reactivación económica, a infraestructuras o a la modernización de los servicios públicos.

Esto es fundamental para seguir avanzando en la construcción de una ciudad moderna, habitable y dinámica, cohesionada social y territorialmente, en la que los barrios y las pedanías continúen mejorando y que pueda ofrecer a sus vecinos servicios de calidad y más oportunidades para todos.

Son nuestros retos, nuestras reivindicaciones y nuestras responsabilidades, perfectamente compatibles con el movimiento de solidaridad y unidad que nos ha movido en estas últimas fechas e imprescindibles para construir un futuro de progreso en Comunidad. Feliz 9 de octubre.