Las obras para dotar al colegio público Jaime Balmes de Elche de un comedor propio por fin comenzaron ayer. La comunidad educativa del centro llevaba esperado más de una década esta actuación.

Los obreros estuvieron realizando ayer varias tareas, tales como acondicionar accesos, retirar una parte del vallado, preparar el paso de los camiones e, incluso, realizar las primeras perforaciones, según indicaron fuentes del centro, el cual es consciente de que se van a generar muchas molestias, aunque éstas no van a alterar el normal transcurrir de las clases.

De igual modo, desde la asociación de madres y padres se expresaba ayer su satisfacción por el inicio de estas obras, al tiempo que se mostraban tranquilos por las medidas de seguridad que se han adoptado para que no ocurra ningún accidente entre la comunidad educativa.

«Ya era hora», manifestaban desde la AMPA del colegio, al tiempo que señalaban que toda la zona de obras se ha cerrado muy bien y que están contentos con el inicio de estas actuaciones.

Las obras, en principio, se van a prolongar durante cinco meses y todo apunta a que el servicio de comedor no entrará en servicio hasta el próximo curso 2020-2021, es decir, los cerca de 300 comensales de este centro seguirán acudiendo al comedor del colegio Eugeni d'Ors, como han venido haciendo todos estos años.

En concreto, se va a realizar una ampliación consistente en la creación de un cuerpo de comedor con cocina, despensa, lavado de platos, servicio de personal, cuarto de basuras y un amplio comedor para 300 comensales. Aquí comerán también en dos turnos, pero ya de forma independiente a los comensales del Eugeni D'Ors, que podrán disfrutar de su propio comedor.

El proyecto de este comedor escolar data de 2008, año en que la Conselleria de Educación encargó la redacción del mismo, el cual fue aprobado por los servicios técnicos de dicha conselleria. No en vano, en marzo de 2009 técnicos llegaron a desplazarse hasta el centro educativo con el fin de realizar las oportunas catas ante la posible obra que, en principio, a finales de 2008, se anunció para el curso siguiente, pero que, poco después, se rectificó y se avisó de que no sería viable hasta uno o dos años después.

La obra caía así en un sueño del que ha despertado hace poco, cuando se insiste ante València sobre esta carencia por parte de la anterior Concejalía de Educación y se consigue que quede finalmente incluido en el denominado «Plà de construcció, reforma i millora dels centres educatius, Edificant». La obra supone una inversión de 448.000 euros.