El mes de octubre puede considerarse por muchas cosas como el del Camp d'Elx. En él se recolectan dos de sus productos más característicos, como son la granada mollar y el dátil, y en este mes también se celebra la Fireta del Camp d'Elx, que este año abrirá en el Paseo de la Estación entre el 11 y el 13 de octubre. Es, por tanto, un mes en el que se mira mucho hacía las pedanías ilicitanas, donde, recuerdan, quedan muchos retos y temas pendientes por resolver, para que el campo luzca como se merece.
Agua
Si se pregunta a los habitantes que viven del campo de Elche cuáles son sus principales preocupaciones, la mayoría apunta al agua. La escasez de recursos hídricos marca el día a día de los que viven de la agricultura, y más después de ver como tantos y tantos hectómetros cúbicos acabaron con la última gota fría en el mar, después de anegar viviendas y cultivos.
Para hacer frente a los problemas derivados del temporal, o a la puesta en marcha de nuevas iniciativas agrarias, desde Asaja Elche se echa en falta ayudas. Y no solo eso. Lo que hace falta, apunta Pedro Valero, «es que las ayudas que se conceden lleguen, que no siempre llegan como es debido».
Desde la Associació per al Desenvolupament Rural del Camp d'Elx (ADR) se lamentan que tratándose de un territorio semidesértico no se hayan tomado medidas para, por ejemplo, mejorar el sistema de depuradoras de aguas, que ahora es deficiente, y que puedan dar servicio a espacios naturales y a regantes. También echan en falta mejorar el mantenimiento del patrimonio hidráulico, que sigue siendo muy necesario para la supervivencia del campo ilicitano.
Este tema, el del agua, también lo pone encima de la mesa el presidente de la Unió de Llauradors, Santiago Pascual, que advierte que «entre el 30% y el 40% de los terrenos cultivables de Elche están abandonados por falta de agua».
Frente a esto, varias comunidades de regantes vuelven a ponerse manos a la obra para completar la red de modernización del regadío, aunque para ello, recuerdan desde Riegos de Levante, hace falta la implicación de las administraciones. Y todo esto mientras se espera que pronto vea la luz una planta desaladora de agua salobre para producir la mitad de los recursos hídricos que se consumen al cabo del año en el Camp d'Elx.
Promoción
La promoción de los productos que se producen en el campo también se considera un asunto pendiente. «Tenemos que vendernos mejor», dice Santiago Pascual, mientras el presidente de la Comunidad de Labradores y Ganaderos de Elche, Pascual Urbán, reclama para el dátil, tan vinculado al Palmeral Histórico, Patrimonio de la Humanidad, mayor apoyo institucional.
Plan General
Más allá de eso hay quien sigue mirando al campo como un terreno lleno de oportunidades, siempre y cuando se cuenten con las herramientas adecuadas para sacarle el máximo partido a su potencial. Desde la Associació per al Desenvolupament Rural del Camp d'Elx (ADR) insisten en apuntar a las trabas administrativas que se encuentran los emprendedores que quieren compatibilizar el uso agrícola con el de la hostelería, u otra actividad, que podría ser una fuente de ingresos y de puestos de empleo.
En este colectivo, que lleva más de una década luchando para hacer más visible el Camp d'Elx, insisten en la necesidad de modificar el Plan General de Ordenación Urbana de Elche para que una finca rural pueda tener, además de la actividad agrícola, un taller, una tienda, o un negocio de restauración.
Oportunidades
La entrada de las pedanías de Elche en el Grupo de Acción Local del sur de la provincia de Alicante bien podría servir de revulsivo, para poner en marcha nuevas actividades económicas ya sea orientadas a la agricultura, transformación agraria o turismo. En este punto se echa de menos más información y divulgación de las ayudas a las que se pueden acoger los emprendedores.
Turismo
Uno de los grandes retos del Camp d'Elx es poder legalizar la actividades turísticas, con la puesta en marcha de alojamientos que no tengan que trabajar al margen de la ley. «¿Cómo es que aún no tenemos casas rurales legales?», se preguntan desde ADR, a la vez que apuntan a que, sin embargo, cuesta poco encontrar alojamientos en portales especializados. Por eso, se preguntan, «¿Cómo es posible? ¿Quién deja alegalmente que sucedan estas cosas?».
Parque natural agrario
Otra iniciativa aparcada en la Conselleria de Agricultura y Desarrollo Rural es la que ha presentado la Comunidad de Regantes de Carrizales, para que la zona dedicada a la agricultura en el sur del término municipal, se declare Parque Natural Agrario, y así pueda compatibilizar la actividad agrícola con la turística, siempre velando por la sostenibilidad del territorio. Desde Carrizales esperan que este proyecto salga del cajón algún día, después de haber estado varios años en el olvido de la Generalitat.
Naturaleza
Cuando se mira a proyectos pendientes como el de Carrizales, los expertos también insisten en que en turismo de naturaleza «queda mucho por trabajar en el Camp d'Elx». Tanto el palmeral del campo de Elche, donde perdura la esencia del Patrimonio de la Humanidad, de los huertos históricos, como los parajes naturales conforman una serie de espacios de gran valor y belleza no solo paisajística, sino de diversidad, que no se explota como se podría.
En este tema, Riegos de Levante tiene en la mente trabajar para abrir los embalses privados de El Hondo a los visitantes, pero para atender este asunto, los regantes necesitan paz en la mal llamada guerra del agua. Mientras tanto, como reconoce el presidente de la junta rectora de El Hondo, Vicent Sansano, el paraje natural está, pese a todo, «en un buen momento».
En definitiva, en el Camp d'Elx quedan muchos temas pendientes, y desde las entidades que trabajan en él piden mayor implicación del Ayuntamiento para atender sus necesidades dotando, por lo menos, de personal a la Concejalía de Medio Rural.
