El juicio del caso Brugal, que investiga el supuesto amaño en la contrata de basuras de Orihuela, continuó ayer con la reproducción de los pinchazos telefónicos intervenidos por los investigadores, pero lo hizo a puerta cerrada. El tribunal está reproduciendo los CDs originales grabados por la Policía. En las conversaciones, además de los hechos supuestamente delictivos que se narran, hay información de carácter personal y familiar, además de implicar a personas ajenas al caso, por lo que las partes han decidido vetar la ausencia de público en la sala, así como a los medios de comunicación. Las sesiones volverán a ser públicas una vez se finalice con la reproducción de material sensible, si bien se desconoce hasta cuándo se alargará este trámite.

Las escuchas telefónicas son la principal prueba de la Fiscalía Anticorrupción y el Ayuntamiento de Orihuela, presente en la causa como acusación particular, para demostrar la culpabilidad de los 34 acusados, entre los que se encuentran expolíticos y empresarios, con Ángel Fenoll como principal encausado. La reproducción de las conversaciones comenzó el martes. Estas sesiones sí fueron públicas porque se acotaron a la parte donde se hablaba de esos supuestos amaños. Conversaciones, por otra parte, que ya habían trascendido a la opinión pública pues algunas de ellas fueron filtradas por el propio Ángel Fenoll tras la adjudicación de la contrata de basuras a una empresa que no era la suya.

Está previsto que las sesiones continúen el próximo martes, si bien no trascenderá su contenido, al menos por el momento. El tribunal ha señalado hasta diciembre, durante tres días a la semana, las sesiones del juicio, que investiga la mayor trama de presunta corrupción de la historia de la provincia de Alicante, que dio pie a numerosas piezas paralelas.