La celebración del patrón de la Policía Nacional, la festividad de los Ángeles Custodios, sirvió ayer no solo para dignificar el trabajo de los agentes sino para sacar a la luz la carencia de funcionarios que padece la Comisaría de Elche teniendo en cuenta el catálogo de puestos de trabajo para una ciudad de las características y población de la ilicitana. Para suplir este déficit no solo es necesario un sobreesfuerzo de la plantilla sino una buena colaboración con el resto de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. La combinación de ambas circunstancias permite que Elche sea una de las grandes ciudades de la Comunidad con menor tasa de criminalidad. Al frente de la Comisaría se encuentra un inspector-jefe desde que el pasado mes de junio Javier Pérez Castillo ascendiera y se trasladara a un nuevo destino, Toledo. El nombramiento de su sustituto se va dilatado y, a priori, nada hace pensar que el Ministerio del Interior dé a conocer su nombre antes de final de año.

En Elche, y además de un comisario, harían falta 70 policías más, no sólo de la escala básica sino también de la ejecutiva; es decir, mandos intermedios. Todo y pese a que en la ciudad hay una plantilla joven que no se ve muy afectada por las jubilaciones, algo que sí ha ocurrido con la Policía Local.

El edil de Seguridad Ciudadana, Ramón Abad, sí hizo referencia públicamente a esa carencia de medios. «El Ayuntamiento de Elche va a mantener ante el Gobierno de España una actitud reivindicativa acorde con las necesidades de esta Comisaría, con el fin de dotar a los agentes y a sus mandos de los medios adecuados y la plantilla suficiente para el desempeño de vuestro trabajo», señaló. Desde la Comisaría, se pondrá especial énfasis en paliar el aumento de delitos contra la libertad sexual y los robos con violencia, que han experimentado un significativo aumento desde comienzos de este año.

El acto de ayer sirvió también para realizar las tradicionales distinciones a la trayectoria profesional de los agentes, y también a miembros de la administración de justicia y otros cuerpos policiales como la Guardia Civil o unidades de la Policía Local que trabajan en conjunto con las brigadas de la Policía Nacional. El inspector-jefe Navarro fue uno por uno interponiendo las metopas y otorgando las distinciones a los policías y al resto de galardonados. El momento más emotivo, sin duda, fue cuando el comisario en funciones quiso recordar al agente recientemente fallecido que desempeñaba su labor en la Ciudad de la Justicia de Elche, Francisco Alcaraz. Los padres del agente se fundieron en un caluroso abrazo con él sin poder ocultar las lágrimas. También hubo especial mención a los funcionarios que se desplazaron voluntariamente a la Vega Baja para ayudar tras las inundaciones, prueba de su «vocación de ayuda al ciudadano». El acto se desarrolló por primera vez en la Plaza del Congreso Eucarístico, con el fin de abrirlo a la ciudadanía.