La jueza del Juzgado de Instrucción 2 de Elche, en funciones de guardia, ha enviado a prisión a un hombre de mediana edad acusado de homicidio en grado de tentativa después de tratar de estrangular, presuntamente, a su ex pareja, según trasladaron ayer fuentes judiciales a este diario. Los hechos ocurrieron en la madrugada del sábado al dominfo cuando la víctima abandonó una discoteca de la ciudad en compañía de una amiga. Al parecer, el acusado la siguió unos metros en dirección a su casa, hasta que la asaltó y la cogió del cuello. Un vecino presenció la agresión desde su balcón. En un momento dado, la mujer cayó al suelo y ambos, agresor y víctima, quedaron ocultos entre dos coches. El testigo, entonces, bajó a la calle, al perder el ángulo de visión, para ver qué estaba sucediendo, y fue entonces cuando contempló que la tenía cogida del cuello, estrangulándola.

Gracias a este vecino, quien paró la agresión, se evitó una desgracia, según señalaron fuentes cercanas al caso. La Policía Nacional de Elche acabó deteniéndolo poco después, y la magistrada lo envió a prisión preventiva tras pasar a disposición judicial el lunes, según confirmaron desde la Fiscalía, quien pidió su ingreso en prisión.

Así, la magistrada no tuvo dudas de que la intención del hombre era acabar con la vida de la mujer, pues los testigos y la propia víctima señalaron que le dijo con contundencia que «esta es la mía, hoy te mato».

De hecho, el presunto agresor tendría preparado el asalto, pues el encuentro en la discoteca no fue casual, sino que habría estado esperándola y la siguió hasta que llegó a una zona alejada y sin gente alrededor para abordarla. Con esto, se le imputa un homicidio en grado de tentativa.

Similitud

El caso recordó al terrible asesinato machista que se produjo este verano en la ciudad, por guardiar cierta similitud. En esta caso, la expareja de la víctima esperó a que la mujer saliera de casa para ir al trabajo para abordarla y degollarla. Este asesinato causó una gran conmoción en la sociedad ilicitana. La pareja hacía apenas diez días que había iniciado los trámites de separación, y confesó el crimen minutos después de cometerlo, alrededor de las 7.30 horas.