«Nos encantaría salir con la bici más a menudo con nuestros hijos pero nos da todavía un poco de miedo, tenemos inseguridad, por lo que nos limitamos a actividades organizadas de este tipo». Maria Isabel es una de varias ilicitanas que ayer acudían por primera vez a una cita «sostenible» en la Plaça de Baix. Este fue el punto desde donde partió una marcha ciclista por la ciudad que congregó a trescientos vecinos para reivindicar la total convivencia entre peatones y conductores de dos y cuatro ruedas, todo enmarcado en el día sin coches a nivel europeo y como cierre de actividades de la Semana de la Movilidad ilicitana.

A primera hora de la mañana era notable el número de niñas y niños que estuvieron acompañados de progenitores y más familia, tanto con bicicletas como sobre patinetes, y extremando la seguridad con cascos y unos chalecos reflectantes que este año han repartido desde el Consistorio, organizador de la marcha, para que los participantes puedan utilizar esta prenda imprescindible en otras ocasiones cuando circulan por lugares con baja visibilidad.

En el punto de salida aguardaban, también, un numeroso grupo de residentes de Peña de las Águilas que esta vez, como novedad, se sumaron a la prueba por el núcleo urbano de la ciudad ya que la marcha coincidía con la que cada año organizan en la pedanía. Asimismo, todos partieron a toque de campanilla por la Corredora y hacia varios sectores urbanos como la calle Ferrández Cruz, Maestro Albéniz o el Puente de Altamira hasta alcanzar la rotonda de l'Aljub. Allí la marcha se bifurcó y los vecinos de la pedanía ilicitana continuaron el camino hacia Peña de las Águilas mientras que el resto volvieron al centro.

En total recorrieron más de seis kilómetros y en el recorrido los participantes comprobaron por ellos mismos en qué estado se encuentra la red de carriles bici o qué comportamiento tienen los peatones o conductores de vehículos a motor cuando se cruzan con un ciclista. La edil de Movilidad, Esther Díez, que encabezaba la marcha al igual que otros compañeros de corporación, señaló que el objetivo con la actividad era que «el coche entienda que tiene que compartir su espacio y aprender a convivir con los ciclistas».

En este sentido, la concejal señaló que en su área tienen como principal cuestión la reducción de velocidad a 30 km por hora en la mayoría de calles para aumentar la seguridad y garantizar que el ciclista pueda ir por la calzada para liberar las aceras a los peatones. Aunque esta decisión deberán tomarla los ayuntamientos, sigue abierto el debate a nivel nacional, aunque no se han tomado medidas porque el gobierno sigue en funciones. Por otro lado, desde el área de Movilidad señalan que aún queda trabajo para mejorar la sostenibilidad, pero se congratulan de que esté a punto de licitarse el nuevo tramo de carril bici desde la Circunvalación Sur a la Avenida de la Libertad. Aún y así, ciertos usuarios lamentan que haya carriles bici que se cortan o que están dentro de las rotondas, que falte una comunicación sostenible con las pedanías y el núcleo urbano o que en Elche no se haya apostado demasiado por incentivar los vehículos eléctricos con grandes inversiones, por ejemplo, en puntos de recarga por la ciudad.