El alcalde, Carlos González, buscará el respaldo del consejo social de la ciudad para situar en Carrús el segundo centro de congresos de la ciudad (descartado queda ya el auditorio), que financiará la Diputación, dijo ayer al término de una reunión con el presidente de la institución provincial, Carlos Mazón, quien, como ya adelantó INFORMACIÓN, exigirá para financiarla que la ubicación tenga el consenso total. Mazón tuvo que escuchar con desagrado cómo el alcalde le decía a los periodistas al finalizar el encuentro que él «persuadirá» a todos para que su apuesta sea la avalada, cuando es consciente de que en dicho consejo social se encuentran los partidos políticos y el suyo, el PP, no está de acuerdo.
El regidor socialista, a petición de Mazón, ha accedido a crear un grupo de trabajo en el que tendrá voz el Consejo Social (organismo en el que están representados también las patronales, las sindicatos, las universidades y las asociaciones) y en el que se integrará también la propia institución provincial. Después de escuchar a este órgano, Mazón dijo que «tomaremos» una decisión sobre la mejor ubicación.
Por lo pronto, lo primero que hará el alcalde será aportar un informe urbanístico elaborado por el Ayuntamiento que, «descarte y centre el tiro», para advertir de cuáles son los terrenos que tienen la clasificación adecuada para unas instalaciones de más de mil plazas. Y, precisamente, ese documento al que ya se refirió hace medio año es donde está avalado el solar de la avenida de Novelda que él propone. En ese informe queda descartado el de Candalix, la parcela que inicialmente reivindicó el presidente del PP, Pablo Ruz, cuando se empezó a hablar del proyecto en la pasada precampaña.«No todos los solares tienen las dimensiones ni clasificación adecuada y a partir de ahí hay que abrir la reflexión colectiva», precisó el alcalde, para después volver a defender su apuesta, que incluyó en el programa electoral, amparándose en que está «en los ejes más importantes» de la ciudad (avenida de Novelda y de la Libertad), en que tiene espacio suficiente para un aparcamiento adyacente y en que, el centro de congresos va a impulsar y dinamizar el barrio, además de potenciar el turismo de negocios, que es el primer objetivo de la obra. Con estos mimbres, Mazón quiso insistir en conseguir el «máximo consenso y diálogo» entre todas las partes implicadas y reivindicó un proyecto «de toda la sociedad y de todas las administraciones que estamos llamadas a hacer grande y visible internacionalmente esta iniciativa». Al mismo tiempo, Mazón aseguró que iniciará por su lado una ronda de contactos con empresarios para escuchar sus preferencias y recabar ideas, a la espera de que ese grupo de trabajo entre ambas instituciones se formalice y eche a andar.
No habló de plazos para ver el edificio levantado, sí que dijo que «como mínimo» en estos cuatro años de mandato deberían haberse definido la ubicación, un plan director y redactado el proyecto. Al final, lo que más claro salió de esa reunión que duró poco más de media hora es que ambas instituciones coinciden en que la ciudad no necesita un auditorio, sino otro espacio más grande que el ya hay en Filet de Fora.
Sin decidir cuál será el modelo de gestión ni quién redactará el proyecto
Decidir sobre el modelo de gestión del futuro centro de congresos de mil plazas es otra de los deberes que tendrán que realizar tanto Diputación como Ayuntamiento, además de buscar la ubicación de la infraestructura. Desde ambas institucione acordaron ayer empezar a trabajar en un documento director que ayude a concretar si las instalaciones deben ser de gestión municipal, debe estar en manos del organismo provincial o debe ser una gestión mixta consorciada o público-privada con la participación de empresas del sector.
Para ello, escucharán al Consejos Social de la ciudad. Otro de los aspectos que deberán resolver es cómo se construye el centro, si se encargan del proyecto los arquitectos provinciales o convocan un concurso de ideas.
El presidente de la Diputación, Carlos Mazón dijo que esta nueva infraestructura en Elche «es complementaria a la que ofrece ya la ciudad de Alicante» e incidió en que ambas localidades «generan suficiente demanda en la captación de congresos con más de un millar de asistentes para reforzar el incremento del turismo de negocios e incentivos, con el consiguiente aumento de plazas hoteleras».
Por su parte, el alcalde, Carlos González, abogó por un Palacio de Congresos, una instalación dedicada fundamentalmente a la gestión de congresos y a la atracción de turismo derivado de congresos, convenciones y negocios. «Creo que coincidimos en que la ciudad lo reclama y la estructura socieconómica también necesita una instalación de esas características que sitúe Elche como una de las ciudades de referencia en la Comunidad Valenciana y en España en el segmento de 1.000 o 1.500 congresistas», dijo el primer edil.
De ahí, que la apuesta sea por levantar unas instalaciones capaces de albergar eventos de tamaño medio y grande, de transformar el entorno urbano y «de ser una potente maquinaria de generación de recursos asociados al turismo», defendió el responsable del ejecutivo local.
