La estrategia del alcalde, Carlos González, para poner punto y final al contrato del Mercado Central pasa por pagarle a la empresa todo lo que se ha gastado en el proyecto desde 2015 para evitar al Ayuntamiento hacer frente a una indemnización millonaria. Eso, y tratar de convencer a los placeros para que acepten un edificio de abastos alternativo y sin aparcamiento subterráneo.

El primer edil reanudó ayer las conversaciones con el gerente de Aparcisa, Álvaro Gordillo, después de una reunión mantenida hace once meses, con el fin de «negociar» la rescisión del contrato prometido en el mandato anterior y en su programa electoral.

El encuentro mantenido en la Alcaldía y de una hora de duración acabó con el anuncio, por parte del regidor socialista, de crear una comisión mixta con técnicos del Ayuntamiento y de la empresa para identificar y evaluar los costes que concesionaria ha tenido a lo largo de estos años «con el fin de resarcir el trabajo realizado», propuesta a la que se espera contestación por parte de la concesionaria.

Desde la mercantil apuntaron a este diario que la reunión de ayer no dio para negociar nada todavía y salieron de ella advirtiendo que «lucharán hasta el final por hacer el proyecto y que están dispuestos a reclamar indemnizaciones, al tener un acuerdo firmado con los placeros, quienes ya aseguraron que les pedirán una compensación si al final se acaba liquidando el contrato adjudicado en 2015.

De hecho, otra de las cuestiones que ayer se habló en Alcaldía fue la situación en la que podrían quedar los placeros una vez el equipo de gobierno dé carpetazo al proyecto firmado. Al acabar, el primer edil anunció una reunión en los próximos días para escuchar sus peticiones y garantizarles que la actividad en dichas instalaciones se desarrollará sin problema «mientras se arbitran soluciones de futuro tanto para ellos como para el edificio del Mercado Central».

Y una de esas soluciones podría pasar por pedirles que acepten un mercado alternativo sin el parking subterráneo, que ya tiene diseñado el Ayuntamiento, para evitarse la indemnización que quieren los vendedores.

Tapar las catas

El alcalde, Carlos González, también pidió a la mercantil, según el comunicado oficial del Ayuntamiento, tapar las excavaciones, al igual que ya realizó ésta el verano pasado tras requerirlo el ejecutivo local, en la calle Ánimes, con geotextil y arena. El primer edil defendió que la voluntad del ejecutivo municipal es «encontrar cuanto antes la mejor solución para el interés general de la ciudad y salir definitivamente de la engorrosa situación que se ha generado con este contrato».

De momento, las catas arqueológicas están paralizadas, a la espera de que el Consell valore los restos encontrados y determine si la empresa debe seguir excavando, tal y como han precisado los arqueólogos de la empresa.