El barrio San Antón acumula ya diez bloques de sus catorce edificios apuntalados o reforzados por deficiencias en su estructura y va camino de tener en los próximos meses otro inmueble más en estas condiciones, al estar declarado en ruina económica hace más de una década. Sus vecinos esperan, entretanto, ser realojados en nuevos pisos sociales, cuya fecha es incierta. Por ahora, el Ayuntamiento, con la ayuda del Gobierno y el Consell, ha levantado 200 viviendas, de las 1.500 previstas para todo el barrio y están ocupadas 74.
El equipo de gobierno aprobó ayer licitar las obras de rehabilitación parcial del inmueble número 2 en el que residen unas cuarenta familias, con el objetivo de garantizar su seguridad hasta que puedan ser trasladados a los edificios nuevos. Tras elaborar un estudio y detectar el mal estado de los pilares, el Ayuntamiento ha ordenado reforzarlos, por lo que actuará en un zaguán de acceso al edificio, en los torreones, en los voladizos de los balcones, en las cornisas del edificio y escaleras con un presupuesto de 143.000 euros y un plazo de ejecución de seis meses.
Una vez finalizados los trabajos en este inmueble, la Concejalía de Urbanismo prevé que en los próximos cuatro años se pueda completar el apuntalamiento de los tres bloques restantes, aunque, por el momento, no hay fechas concretas. La edil del área, Ana Arabid, descartó un «peligro inmediato», pese a las malas condiciones de los edificios levantados en los años cincuenta y señaló el esfuerzo municipal para mantener en pie estos inmuebles bajo unas condiciones de seguridad. De hecho, en el anterior mandato, el ejecutivo local cifró en más de un millón de euros la inversión realizada para rehabilitar los edificios.
En este enclave de la ciudad, los vecinos conviven con numerosas grietas que se extienden por los interiores y los exteriores de las viviendas, con balcones y paredes desconchados. Desde la asociación vecinal, su presidenta, Dolores Millán, aseguró ayer a este diario que no entienden la tardanza del Ayuntamiento en apuntalar unos pisos que fueron declarados en ruina hace una década y que siguen siendo habitados. Pero, ni mucho menos comprenden cómo se está alargando la regeneración del barrio anunciada ya hace 25 años. La representante vecinal aseguró que ha reclamado una reunión al Ayuntamiento para pedir celeridad en el realojo de los vecinos al segundo de los nuevos edificios, de 120 viviendas) cuyas obras acabaron ya hace medio año y las viviendas todavía no se han entregado.
También van a meter prisa al alcalde, Carlos González, para que puedan iniciarse los trabajos del tercer bloque, de 90 viviendas, cuanto antes, ya que su inicio estaba previsto para el segundo trimestre de este año y se han incumplido los plazos. Con la construcción de este edificio en un solar de la calle Obispo Cubero, concluirá la primera fase del plan de renovación urbana de San Antón, que tiene una inversión superior a los 21 millones de euros.
Los nuevos inquilinos que optan a hacerse con una vivienda en el segundo piso social tendrán que pagar entre 15.700 euros y 23.011 euros, en función de los metros cuadrados , al igual que en el primer bloque ya que ha sido comercializado, se han construido pisos de distintos tamaños. Las más económicas son las viviendas de 40,5 metros cuadrados, que son las que salen con un precio de 15.700 euros, y las más amplias son las de 59 metros cuadrados, que han sido valoradas en 23.011 euros.
Pendientes de otra fase
El alcalde, Carlos González, incluyó en el listado de prioridades del equipo de gobierno, a su vuelta de vacaciones esta semana, el inicio del tercer edificio de San Antón, tras haberse comprometido incluso con los vecinos a continuar con la regeneración del barrio e iniciar otra fase de bloques. Esa actuación constará en levantar un cuatro piso social de 55 viviendas con una inversión de 4,6 millones de euros y una de ejecución de 24 meses. Este edificio permitiría realojar a los propietarios que ahora residen en el bloque 6, al ser el que en peor estado de conservación se encuentra, por lo que ya tuvo que ser apuntalado.
