Tras más de diez años en el extranjero, principalmente en Polonia, pero también en Finlandia, Suiza o Ecuador, dedicado al teatro como actor y director, Gabriel Almagro (Elche, 1986) ha decidido que es el momento de regresar a casa, al menos por una temporada. Y como su pasión por las tablas no mengua, desde hace un mes está preparando en L'Escorxador una obra de teatro junto a su mujer, la finlandesa Anu Almagro, que adoptó su apellido, y la actriz Janie Gibson, que se ha desplazado hasta Elche desde Australia para formar parte de este proyecto artístico tras conocer a los Almagro durante su periplo por tierras polacas.
La obra que han preparado, y que esta noche estrenarán en L'Escorxador, está producida por el ilicitano y dirigida por su mujer. La australiana Gibson es la protagonista de este monólogo de una hora de duración basado en la vida de Juana de Arco. «Lo podemos definir como teatro de creación. Cogemos texto, movimiento, música y canciones y empezamos a crear», cuenta Almagro sobre la obra que han ensayado tanto en el centro de cultura contemporánea como en la sala La Molinera de Carrús.
Desde Australia la actriz protagonista se puso en contacto con el matrimonio Almagro para hacerles llegar su idea de performance y pedirles ayuda para crear una función «nueva y fresca». La primera interpretación será esta noche en Elche y, posteriormente, hay otras cuatro funciones programadas en el país australiano. «Es un trabajo muy contemporáneo y creativo con mucho texto en inglés, bailes y cambios de vestuario», anticipa el dramaturgo ilicitano.
Nuevo proyecto
Después de su periplo en el extranjero, Almagro ha regresado a Elche con la idea de realizar en la ciudad proyectos teatrales con artistas internacionales. Para ello, ha encontrado en L'Escorxador un lugar idóneo en el que dar rienda suelta a su creatividad. Antes de esta aventura, durante la última década ha vivido una intensa experiencia en el extranjero, desde que se quedó prendado en 2009 de la escena teatral de Polonia tras finalizar sus estudios de Arte Dramático.
«En estos diez años he conocido muchos artistas de todo el mundo. Creo que L'Escorxador es el lugar ideal para que vengan a trabajar y podamos exportar la cultura ilicitana a todos los países», concluye Almagro.
