Otro problema en Elche que se eterniza. Cuando en el instituto de Torrellano empezaban a ver la luz con el inicio, el pasado mayo, de las obras de reparación de la fachada, ha surgido un nuevo contratiempo que pone en peligro el arranque del curso. La empresa a la que se le adjudicó la intervención ha quebrado y dejó en agosto de trabajar en el centro educativo, por lo que han quedado paralizadas unas obras que estaba previsto que finalizaran a lo largo de este mes. Ahora la Conselleria de Educación tiene que iniciar un procedimiento de urgencia para licitar por segunda vez la reparación de la fachada.

El nuevo problema hace que la seguridad de alumnos, profesores y demás usuarios del instituto pueda peligrar. Por este motivo, a partir de esta mañana se va a iniciar la construcción de tres bocanas de acceso que, como muy tarde, deben estar terminadas el sábado para que las clases arranquen el lunes. «Puedo asegurar casi al 100% que podremos iniciar el curso», manifestaba ayer el director del instituto, José Vicente Orts, mientras que desde el Ampa exigen que la seguridad esté garantizada.

Las obras se iniciaron el pasado mes de mayo y a principios de agosto la empresa dejó a medias la intervención. El nuevo contratiempo ha puesto en alerta a las autoridades locales en materia de educación, que desde la semana pasada han mantenido reuniones constantes con los responsables del instituto, unos encuentros en los que han estado presentes tanto el director territorial David Vento como el alcalde Carlos González y la edil María José Martínez en representación del Ayuntamiento.

Si no se quiere esperar hasta el próximo verano, las obras tendrán que realizarse con la presencia de los escolares en el interior de las aulas, de ahí que la cuestión de la seguridad adquiera tanta importancia. Para ello se tendrá que ampliar el perímetro que está acotado y elevarse el vallado hasta los dos metros. Ahora falta por ver cuándo estará licitada de nuevo la obra, después de que al anterior concurso solo se presentó una compañía, la que ha quebrado finalmente.

«Tenemos muy mala suerte porque llevamos años arrastrando este problema. Vamos a estar muy pendientes de que se cumplan las medidas de seguridad», afirma el presidente del Ampa, Juan Francisco Moragues.