El ejecutivo local arrancó ayer de forma oficial el nuevo curso político con una comparecencia conjunta entre PSOE y Compromís para rendir cuenta de los deberes que tienen para este nuevo mandato camino de cumplir los cien días. «Es la legislatura de los proyectos y de las realidades», dijo el alcalde, Carlos González, nada más comenzar su discurso para enumerar después más de una veintena de objetivos. La gran mayoría son asignaturas pendientes que han estado en la agenda de los últimos cuatro años, lo que ha hecho que desde el principal partido de la oposición, el PP, se refieran ya a «El Día de la Marmota» para describir la actividad municipal.

La ampliación del Parque Empresarial, donde Tempe puso el ojo para crecer, es el primer ejemplo que citó ayer el regidor ilicitano en su lista de prioridades. Sin embargo, lo cierto es que el Ayuntamiento lleva anunciando este propósito desde 2016, cuando comenzó con su tramitación, que se ha demorado más de lo querido al depender de otras administraciones. Ahora, falta solo un informe (de la Confederación Hidrográfica del Júcar, sobre la inundabilidad del terreno) de la veintena que se han emitido y a partir de ahí se aprobará en un pleno municipal.

La fecha de las obras es todavía una incógnita y su «deseo», dijo, es que empiecen este año. Sin embargo, la ampliación nace pequeña y el ejecutivo local ha incluido en su batería de propósitos impulsar ya una segunda expansión del polígono empresarial ante la falta de suelo industrial de la que alertan los empresarios. Para esto, tampoco fechas todavía.

Sobre este terreno, el campus tecnológico al estilo Silicon Valley vuelve a estar entre las preferencias este curso, después de anunciarse por primera vez en 2017. Ahora solo falta que se levanten los edificios, tras adjudicarse ya los trabajos. Como estos proyectos, la renovación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) es otra asignatura pendiente en septiembre, como lo fue en 2015, en el inicio del anterior mandato. Desde entonces, el área de Urbanismo ha podido aprobar un documento de alcance, pero ni el primer edil espera que pueda haber una aprobación inicial hasta final del mandato.

Desbloquear la situación del Mercado o la peatonalización de la Corredora también vuelven a marcar la agenda política. El alcalde socialista justificó en su primera comparecencia a la vuelta de vacaciones que ahora hay una novedad y es que el resultado electoral le avala para buscar la rescisión del contrato ya. Algo que le sirvió a la portavoz de Compromís, Esther Díez, para meter prisa a su socio al día siguiente para suprimir el tráfico en el centro.

«Sobre esto, no hay divergencias», dijeron desde las dos formaciones que escenificaron sintonía y consenso en toda la comparecencia. No obstante, ayer ninguno se atrevió a poner fechas. «Lo más inmediato», dijo el líder socialista, será la adecuación del tráfico en la calle Virgen de la Cabeza y la redacción de un proyecto para avisar de los aparcamientos libres en la ciudad. Dos proyectos que vienen coleando también desde que ambos partidos dieran marcha atrás hace dos años en la peatonalización de la Corredora para buscar consenso con comerciantes y vecinos.

La construcción del Centro de Moda y Diseño del Calzado en el antiguo edificio de Correos del Paseo de la Juventud, al que se comprometió el pasado verano el jefe del Consell Ximo Puig, engrosa, asimismo, esa lista de prioridades del ejecutivo. Al igual que la construcción del auditorio provincial que prometió pagar la Diputación en plena precampaña electoral, sin que haya todavía acuerdo sobre su ubicación o financiación atada.

Paralelamente, PSOE y Compromís tienen pendiente de rescatar el servicio de autobús a las pedanías, un proyecto aprobado por el Ayuntamiento en 2018 para mejorar las frecuencias y horarios, que sigue sin salir a licitación. La historia se repite también en este arranque de curso político con las reivindicaciones al Gobierno y al Consell para finalizar la Ronda Sur, traer la Alta Velocidad a Elche, mejorar la red de Cercanías, acabar el desdoblamiento de la carretera CV- 865 a Santa Pola, construir un segundo centro de salud en Altabix y un nuevo Punto de Atención Sanitaria (PAS) para las urgencias.

Entre todos esos proyectos presentados ayer, sobre los que el ejecutivo local ha venido «sembrando» la semilla en los últimos cuatro años, el alcalde se esforzó en anunciar como novedad, su apuesta por el Camp d'Elx. «Esta va a ser la legislatura de las pedanías», dijo González, quien aseguró que las partidas rurales tendrá prioridad con un plan integral de inversiones (sin cifras concretas), que serán consesuadas con los pedáneos. Como ejemplo, habrá centros socioculturales en Torrellano, Arenales y El Altet y mejoras en instalaciones deportivas.

Para el alcalde, esas prioridades del gobierno municipal «son realistas, conectan con las necesidades de la ciudad y con el rumbo para ser capital económica». Para Compromís, suponen «una mirada al futuro», tal y como definió su portavoz, Esther Díez.