El PP inició ayer el curso político con una valoración de los 100 primeros días del gobierno en Elche en la que todo fueron críticas hacia el PSOE y Compromís. El presidente y portavoz de los populares, Pablo Ruz, arremetió contra el ejecutivo local por tener «paralizada permanentemente» la ciudad, por «pisotear» a la oposición al recortarle su participación en el pleno, y por «recortar derechos» al eliminar la libre elección de los alcaldes pedáneos.

Ruz atacó directamente al regidor ilicitano, Carlos González, al que acusó de estar sentado en «el sillón de la dejadez e indolencia» y le recriminó la «sumisión plena» hacia el jefe del Consell, Ximo Puig. El senador del PP cargó también contra el discurso del primer edil a la vuelta de vacaciones al presentar como prioridades de la agenda del gobierno local los mismos proyectos que expuso en el año 2015, al inicio del mandato anterior. Puso como ejemplo, la situación del Mercado Central, el edificio de Nuevos Riegos El Progreso y el hotel de Arenales.

También tuvo críticas para la gestión de los fondos europeos Edusi, con los que la ciudad tiene 30 millones de euros para gastar hasta 2023. «La opacidad y la falta de transparencia sobre los proyectos roza la indecencia», lamentó Ruz, quien denunció que todavía no se haya puesto en marcha ninguna de las inversiones y alertó de que puedan acabar amortizando deuda.

La paralización del pliego de la contrata de basuras; la falta de concreción del plan de rehabilitación de viviendas financiado por el Consell y el «tijeretazo» del gobierno valenciano al Festival Medieval también engrosaron la lluvia de reproches de los populares al ejecutivo local.

Ruz acabó su comparecencia pidiendo al alcalde que «sea valiente, de un paso al frente y comience a trabajar por todos los ilicitanos». El senador ilicitano también reclamó a González que exija las infraestructuras pendientes al Gobierno central, como la Ronda Sur o la modernización del plan de Cercanías.