Dotas a los pacientes de las técnicas más novedosas contra el ojo seco, una enfermedad crónica con difícil tratamientos y que afecta ya al 50% de los pacientes que acuden al servicio de Oftalmología del Hospital General de Elche. Este es el objetivo de la nueva consulta que pretende impulsar el servicio, orientada específicamente a tratar este tipo de casos, según explicó ayer el jefe de Oftalmología del Hospital General de Elche, el doctor José Juan Martínez Toldos. El centro hospitalario pretende abrir esta consulta a medio plazo, en los próximos meses, una vez se apruebe la partida necesaria para adquirir el material con el que prestar varios tratamientos pioneros que han surgido en los últimos años y que pretenden dar solución a un problema que, hasta ahora, tan solo puede corregirse mediante la lubricación del ojo con lágrima artificial o masajes efectuados con gasas y aplicando calor, explica el doctor.
La luz pulsada es uno de los tratamientos que va ganando más adeptos en los últimos tiempos para tratar esta patología. En la mayoría de los casos, el ojo seco se produce por la obstrucción de las conocidas como glándulas de Meibomio, las encargadas de lubricar el ojo de forma natural para crear una película humectante que proteja la cavidad ocular frente a agresiones externas. Con estas técnicas, se pretende desobstruir la glándula para que pueda volver a funcionar de forma natural.
Las consecuencias del ojo seco no solo acarrea molestias como la sensación de cuerpo extraño o arenilla en el ojo, sino que facilita la propagación de infecciones como las conjuntivitis y las complicaciones que pueden derivarse de ellas. También suponen un problema en cuanto al uso de lentes de contacto, generando molestias en el ojo, y en los casos más graves puede incluso afectar a la agudeza visual.
Precisamente el uso de lentillas está asociado al desarrollo del ojo seco, siempre y cuando no se sigan las medidas de uso y de higiene indicadas por los especialistas. Los aires acondicionados, el ambiente, y, sobre todo, la edad, también provocan esta dolencia, que no deja de aumentar en los últimos años.
Esta nueva consulta que pretende lanzar próximamente el servicio se centraría en los casos más graves, pues el hecho de que afecte a la mitad de los cerca de 40.000 pacientes que pasan cada ño por la consulta, hace inviable que se puede dar un tratamiento específico a todos los afectados, explica el doctor Martínez Toldos.
Verano
Durante el periodo estival, la consulta de Oftalmología tiene un repunte de pacientes remitidos desde Urgencias. Las conjuntivitis son la causa fundamental de estas atenciones. Cloros, piscina, exposición prolongada al sol o el abuso de lentillas están detrás de estas infecciones. Las hay de dos tipos, bacterianas y víricas. Mientras que las primeras son más agresivas, al generar secreciones y párpados pegados, las segundas son mucho más contagiosas y difíciles de tratar, ya que la infección puede durar hasta 25 días, explica el doctor.
Paradójicamente, las consultas pueden ser un foco de infección, debido a que las víricas son altamente contagiosas y con el contacto de los afectados con sillas o muebles que tocan otros, es suficiente para el contagio. Por eso, y tras un brote el año pasado, se tomaron medidas por parte del servicio de epidemiología, lo que ha contribuido a reducir notablemente los casos este verano.
