Aunque las fiestas acabaron el pasado 15 de agosto su impacto en la ciudad sigue arrojando cifras y datos. Uno de los últimos que ha salido a la luz ha sido el de los residuos recogidos por los operarios de limpieza, que alcanzaron las 175 toneladas, lo que supone un 5% más de los que se generaron durante los días grandes del pasado año. Ante esta carga de trabajo, el concejal de Limpieza, Héctor Díez, felicitó ayer a los profesionales de Urbaser por el esfuerzo extra que han realizado, un esfuerzo que también se traduce en cifras: entre el pregón del 7 de agosto y el día 16 realizaron más de mil jornadas extraordinarias de trabajo, con un sacrificio especial para que Elche amaneciera limpia después de la Nit de la Roà.

El operativo de limpieza tras la noche más larga de las fiestas empezó a primera hora de la mañana, mientras todavía se recogían muchos de los ilicitanos y visitantes que habían salido de marcha. Los primeros puntos de actuación se centraron en las principales zonas de botellón, sobre todo en el entorno del Parque del Rey Jaime I, que amaneció repleto de botellas, vasos y otros enseres de la noche de fiesta. Los operarios se fueron expandiendo desde el centro hasta los barrios con el propósito de que Elche recuperara la normalidad lo antes posible.

Al margen de los datos de basuras, son muchos los balances que se han realizado tras la conclusión de las fiestas. Uno de los primeros en hacer su análisis de lo acontecido durante las últimas fechas fue el alcalde, un Carlos González que también hizo público un compromiso de cara a las ediciones venideras: aumentar el presupuesto en un 25% durante los próximos cuatro años, lo que quiere decir que, una vez que concluya el mandato que acaba de comenzar, dentro de cuatro años, se habrá doblado el presupuesto actual de las fiestas.

Este compromiso político fue recogido desde le Gestora de Festejos Populares. «Es justo que nos suban el presupuesto y todavía nos merecemos mucho más, no es suficiente», ha manifestado su presidente, Fernando Jaén.