Los ecos tras el desencuentro el pasado martes entre el presidente de la Diputación, Carlos Mazón, y el alcalde de Elche, Carlos González, a cuenta de serias discrepancias sobre el protocolo para los asientos, aplicado en dos actos distintos pero ambos relacionados con el Misteri d'Elx, continuaban ayer. No obstante, desde la Diputación se quiso lanzar sobre todo el mensaje de que lo ocurrido «en ningún caso» va a afectar a las relaciones institucionales entre el ente provincial y el Ayuntamiento, ni ahora ni en lo sucesivo. Es decir, lo que pasó el martes, que se evidenció durante distintos lapsos de tiempo, tanto en la calle que lleva desde la basílica de Santa María hasta la sede de La Festa, como dentro de la ermita de San Sebastián, ante distintas autoridades del Patronato y otros invitados oficiales, no va a empañar las relaciones de colaboración entre ambas administraciones. Así lo recalcaron al menos ayer desde Alicante.

La intención es no generar ninguna duda sobre si la tensión, el choque de pareceres que se vivió entre ambos representantes públicos, sobre todo en el intermedio del Misteri d'Elx, pudiera poner en peligro, por hablar claro, algún tipo de inversión de la Diputación Provincial en suelo ilicitano. Sobre todo para aquellos a los que automáticamente les vino a la cabeza si esto podría tener algún tipo de consecuencia en el proyecto más ambicioso anunciado por el ente provincial al final de la presidencia del antecesor de Carlos Mazón: que Elche cuente con un auditorio provincial similar al ADDA de Alicante, una inversión millonaria prometida por la Diputación y ansiada por el Ayuntamiento, el cual lleva años reclamando un trato justo en el reparto de fondos para los municipios de la provincia acorde a su peso e importancia.

Lo uno no tiene que ver con lo otro, apuntaban desde el palacio provincial, en donde, no obstante, siguen considerando que lo ocurrido el pasado martes en Elche no fue de recibo. De hecho, se seguía insistiendo en que la distribución de invitados en la tribuna del Ayuntamiento en la basílica de Santa María fue un «despropósito», al tiempo que invitaban a repasar las fotos de otros años en actos y con autoridades similares. Asimimo, también se apuntaba que en el pasado ha estado la presidencia de la Diputación en la sesión del Patronato del Misteri con un sillón igual que el del resto.

Fuentes próximas al Ayuntamiento, desde donde prefieren pasar página y dejar que se enfríe el episodio, consideran que, tal vez, si el presidente de la Diputación se sintió afectado en algún sentido, lo suyo hubiera sido asistir con normalidad a la representación y, en días venideros, expresar por carta o de otra manera oficial, pero interna, su malestar por el trato al regidor ilicitano.

Y es que, según fuentes cercanas a los socialistas ilicitanos, el hecho de que Mazón evidenciara en numerosas ocasiones su malestar en público, en plena calle y con los medios de comunicación pendientes de ambos, pudiera invitar a pensar que alguien del PP estaba buscando la excusa «para decir: aquí estoy yo» ante el alcalde socialista.

Queda por ver ahora si este «incidente» se queda ahí, no tiene mayor recorrido, las aguas se calman y, efectivamente, la colaboración entre ambos entes florece.