Filtro de seguridad para el último gran espectáculo pirotécnico de las fiestas de Elche. El Castillo de fuegos artificiales se lanzará esta noche a las 24 horas bajo estrictas medidas en el puente de Ferrocarril. La Policía Local extremará la vigilancia en los accesos a la ladera del Vinalopó para evitar posibles avalanchas, debido a las aglomeraciones que habitualmente se registran en esta zona.

El cauce del río será la zona donde más restricciones se encontrarán aquellos que quieran ver los artificios pirotécnicos. Por ejemplo, los agentes vetarán la entrada a este punto estratégico a las personas con movilidad reducida o a cualquier otra cuyas condiciones físicas lo desaconsejen.

La medida preventiva busca facilitar una evacuación rápida del enclave en caso de que se produzcan incidentes. Sin embargo, no ha estado exenta de críticas por parte de usuarios de sillas de ruedas. Asimismo, el aforo al cauce estará limitado este año, según la Policía Local, a alrededor de 1.500 personas y habrá zonas de exclusión acotadas por vallado, donde estará prohibido acceder. Tampoco será posible bajar mesas y sillas, animales de compañía, silletas de niños, neveras o cualquier otro objeto que dificulte una evacuación eficaz.

Igualmente, la Jefatura de la Policía Local ha anunciado que sancionará estrictamente el lanzamiento de artificios pirotécnicos en la ladera y el cauce del Vinalopó.

Acto multitudinario

El fuerte control policial en el acto que pone el broche de oro a las fiestas patronales viene produciéndose desde hace tres años en Elche. Desde primera hora de la tarde los agentes vigilarán y regularán los accesos a las inmediaciones del río hasta completarse el aforo permitido.

El lanzamiento del Castillo de fuegos artificiales se ha convertido en un acto multitudinario, donde hasta hace cuatro años se llegaban a concentrar 8.000 personas en la ladera y el cauce. La masificación de la zona motivó entonces al Ayuntamiento a endurecer el dispositivo de seguridad. De hecho, ante las aglomeraciones que se producen en cada acto festero y ante las peligrosas avalanchas registradas en otras ciudades ha motivado en los últimos ejercicios a los agentes a formarse específicamente en métodos de evacuación eficaz. Las barracas, las mascletàs y otros recintos festeros como el racó gastronómico son enclaves donde se están produciendo las mayores concentraciones.