La Pirotecnia Turís apostó ayer por la elegancia en el espectáculo y por ser fieles a sí mismos en la tercera mascletà del concurso de las fiestas de Elche. Con 119,70 kilos de pólvora repartidos en Traspalacio, el público sintió en su piel el poder de los artefactos pirotécnicos y la explosión de color y de decibelios.

Cinco partes aéreas y una mascletà típica valenciana, con un terremoto bastante potente y un golpe hermético digital para acabar. Así fue la mascletà al estilo Turís que durante cerca de ocho años viene disparando aquí en Elche, que insiste en que cumple a rajatabla con las reglas del concurso y que ayer felicitaban por sus fiestas a todo el pueblo ilicitano. El equipo de Vicente Albarranch comenzó montando el dispositivo a partir de las 8 de la mañana para dejar el listón bien alto en la tercera de las mascletaes de las fiestas.

Y todo ese despliegue fue más que agradecido por el público, que abarrotó los alrededores del Palacio de Altamira, saltó, gritó, levantó los brazos, aplaudió y se tapó los oídos. La cita se caracterizó por ser multitudinaria, al ser el día de la Alborada, y también por la bajada de las temperaturas, lo que animó todavía más a los ilicitanos y visitantes a disfrutar del concurso.