Mucho trabajo estos días de calor para las fruterías ilicitanas, con un producto estrella, la sandía, que sirve de complemento idóneo y de broche de oro para vivir esta noche la Nit de l'Albà en las azoteas de los edificios de la ciudad. Como marca la tradición, familias y amigos disfrutarán de la fruta una vez que concluya el espectáculo en el cielo ilicitano. Los fruteros son conscientes del tirón que tiene la sandía cuando se acerca el 13 de agosto y, por este motivo, venden ejemplares más grandes, de entre 10 y 12 kilos, incluida alguna rareza que puede llegar a superar los 15 kilos en la báscula.

Aunque algunas fruterías del centro de la ciudad están cerradas estos días por vacaciones, la demanda de sandías no mengua. Bastaba con darse una vuelta ayer por los puestos del mercado provisional para contemplar la buena salud con la que cuenta esta tradición. Los precios estaban entre 0,7 y 1,1 por kilos, según el origen de la fruta, ya sea la que procede de La Mancha o la variedad autóctona, más sabrosa y más valorada también en el mercado. «Lo mejor es guardarla fuera de la nevera, salvo si se abre, porque entonces está mejor dentro», explicaba Gloria Hernández, de la frutería Paco y Gloria del mercado provisional, mientras atendía durante la mañana de ayer a una clienta.

La sandía es el producto que más se vende estos días en las fruterías ilicitana, muy por encima del melón. «Solo los melocotones y los higos se acercan a su demanda estas fechas», asegura Javier Mateo desde su puesto de venta de la frutería Mateo. El calor se ha convertido en el gran aliado de unos fruteros que ayer no echaban aún las campanas al vuelo, conscientes de que los lunes la venta es más tranquila en los mercados. Eso sí, para la mañana de hoy esperan acabar con todas las unidades de sandía.

En otro de los puntos de ventas de la ciudad, la frutería Servifruta, situada frente al colegio Ferrández Cruz, uno de los puntos con más actividad en fiestas, se venden sandías por unidad pero también cortadas por la mitad, a cuartos o troceadas, en función de las necesidades del cliente. La tradición dice que cada familia tenga su sandía completa.