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Una lona con los atractivos turísticos de Elche esconde los restos del Mercado

El Ayuntamiento busca combatir la degradación de la plaza de las Flores al cubrir el vallado que molesta a los negocios y aumentar la iluminación

Una lona con los atractivos turísticos de Elche esconde los restos del Mercado

Una lona gigante con publicidad turística sobre Elche para cubrir las catas arqueológicas del Mercado Central que afean al centro y más iluminación para abandonar la sensación de inseguridad en la calle. Son las medidas que ha puesto en marcha el equipo de gobierno ante las pertinentes reivindicaciones de los hosteleros y comerciantes de la plaza de las Flores, hastiados de la mala imagen que genera el estado del inmueble y las calles levantadas a su alrededor.

Operarios se emplearon ayer a fondo para dejar listo por la tarde el enclave en pleno arranque de las fiestas de agosto, momento en el que la ciudad recibe más visitantes. En total, el área de Mantenimiento dirigida por Héctor Díez, también portavoz del gobierno, ha valorado en 7.500 euros el coste de los trabajos realizados. En concreto, se trata de una lona de 108 metros cuadrados que cubre el vallado entre la plaza de las Flores y la calle Victoria. Sobre la infraestructura, el Ayuntamiento ha colocado cartelería utilizada por el área de Turismo con el lema «Elche, destino de película» con imágenes del Patrimonio de la Humanidad y de otros atractivos del municipio.

Además, se han renovado doce farolas cambiando la tulipa y la luminaria interior, una intervención que se suma al hormigón colocado en la calle Ánimes la pasada semana para cubrir de forma provisional la zanja abierta donde se realizaron también excavaciones.

La mejora de la imagen de este punto, situado en el centro neurálgico del municipio, es algo que hosteleros y comerciantes han venido reclamando a gritos al detectar en los últimos años una bajada de la clientela. Ha sido ahora, tras mantener una reunión recientemente con el alcalde, Carlos González, el ejecutivo local ha acabado interviniendo en la zona para tratar paliar las molestias que genera el atolladero en el que se encuentra el Mercado.

Asimismo, el compromiso, según Díez es que a «medio o largo plazo» puedan enterrarse provisionalmente las catas arqueológicas y eliminar tramos del vallado que tanto molesta a negocios y vecinos, mientras se despeja la incógnita del contrato, cuyo horizonte continúa siendo incierto. No obstante, el ejecutivo local asegura que tapar los restos está en manos de la Conselleria de Cultura, encargada de dar el permiso pertinente.

Tras los trabajos, el equipo de gobierno tiene claro que reclamará a la empresa concesionaria del Mercado, Aparcisa, el coste de la actuación en la calle Ànimes, al considerar que es de su competencia tapar las excavaciones.

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